El encanto y poder de los Upanishads
Por Swami Ranganathananda
LOS UPANISADS Y EL SECULARISMO INDIO
Una pregunta espiritual para nuestro tiempo
Más allá de los debates políticos y jurídicos como por ejemplo la división entre Estado y religión o la convivencia de diversas tradiciones religiosas en un mismo territorio como actualmente se da en Europa, el secularismo plantea una pregunta profundamente humana y espiritual: ¿cómo convivir en la diversidad sin perder profundidad interior ni identidad cultural? Ej. Usar burka en el caso de las mujeres las hace más musulmanas o bien aquellos que plantean la teoría del gran reemplazo por el crecimiento del Islam en Europa llevará a ser menos franceses o ingleses?
En este capítulo, Swami Ranganathananda nos invita a mirar los Upanisads no como textos del pasado, sino como una fuente viva de sabiduría cultural, capaz de iluminar el modo en que la India —y el mundo— pueden sostener la pluralidad religiosa sin caer en el conflicto ni en la indiferencia espiritual.
La idea central es clara: el secularismo indio nace de una visión espiritual inclusiva, no del rechazo de la religión.
Dos modos de entender el secularismo
El secularismo como reacción: en gran parte de Occidente, el secularismo surge como respuesta histórica a guerras religiosas y a la imposición de una fe dominante. La solución fue separar estrictamente religión y vida pública.
El secularismo como madurez espiritual: en la tradición india, tal como la interpreta S. Ranganathananda, el secularismo no implica expulsar lo sagrado del espacio común, sino reconocer que lo sagrado se expresa de múltiples formas. Entender que la diversidad religiosa no es un problema a resolver, sino una realidad natural que debe ser comprendida espiritualmente.
La visión upanisádica: unidad en lo profundo, diversidad en la forma
Los Upanisads proponen una intuición radical: la Verdad es una; los sabios la nombran de muchas maneras. Esta afirmación no es solo filosófica; es una experiencia espiritual. Brahman es la realidad última, infinita, sin forma definitiva y Atman es el núcleo más íntimo del ser humano.
Cuando los Upanisads declaran Tat Tvam Asi —Eso eres tú—, afirman que la misma realidad habita en todos los seres, más allá de credos, ritos o nombres divinos. Desde esta mirada, ninguna tradición puede arrogarse el monopolio de lo absoluto.
De la tolerancia al reconocimiento espiritual
S. Ranganathananda señala una diferencia esencial:
Tolerar es soportar al otro.
Reconocer espiritualmente es comprender que el otro también camina hacia la verdad.
Los Upanisads no piden una uniformidad religiosa, sino una apertura interior capaz de percibir la autenticidad espiritual allí donde se manifieste. Este reconocimiento profundo es el verdadero cimiento cultural del secularismo indio.
Secularismo indio como herencia cultural viva
A lo largo de los siglos, la India ha sido hogar de múltiples tradiciones espirituales: hinduismo, budismo, jainismo, islam, cristianismo, sijismo.
Esta convivencia no fue perfecta ni exenta de tensiones, pero estuvo sostenida por una intuición cultural profunda: la verdad espiritual no se agota en una sola forma.
Los Upanisads desplazaron el centro desde el dogma hacia la experiencia interior, desde la pertenencia externa hacia la realización personal. Por eso, el secularismo indio no es una fórmula política importada, sino una expresión cultural de una antigua sabiduría espiritual.
Una enseñanza para el mundo contemporáneo
En un tiempo marcado por fundamentalismos, identidades rígidas y miedos culturales, la voz de los Upanisads resulta sorprendentemente actual.
S. Ranganathananda nos recuerda que:
La espiritualidad auténtica une, no divide.
La diversidad es una riqueza cuando se sostiene en una visión interior de unidad.
El secularismo, entendido así, es una expresión de profundidad espiritual, no de superficialidad.
Una invitación interior
El mensaje final del capítulo es silencioso pero poderoso:
Cuando el ser humano descubre la unidad espiritual que subyace a todas las formas, el respeto deja de ser una norma externa y se convierte en una actitud natural del corazón.
El secularismo indio, inspirado en los Upanisads, nos recuerda que la armonía social comienza en la realización interior.
Donde se percibe la unidad del ser, la diversidad deja de ser amenaza y se vuelve expresión de lo infinito.

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