lunes, 22 de julio de 2024

Artículos :CCV : Counselor Verónica Pomerane : Charla 12/07/24

 



Charla 12/07/24

La vida mental comienza en la Conciencia pura, es decir, sin ninguna idea ni pensamiento. Es como la luz que ilumina todos los objetos que tiene ante sí.

Si aceptamos que nuestras experiencias externas y nuestros pensamientos son producidos por la actividad de nuestra mente, la psicología hindú distingue en nosotros un órgano que denomina órgano interno. 

Es el ANTAKARANA. Este órgano guía todas las acciones de la mente dirigidas al exterior.

Tiene varias funciones:

-Todas las sensaciones llegan a nuestro conocimiento por medio del MANAS (es una de las funciones del Antakarana). Es el órgano que recibe las impresiones. Proporciona las sensaciones sin comprenderlas.

Manas es la facultad que recibe y registra las impresiones recogidas por los sentidos desde el exterior.

Para la psicología hindú, la percepción es una proyección del Manas, que se ha dirigido sobre el objeto, lo ha tanteado, , lo ha envuelto, se ha apoderado de algún modo de él, adoptando su forma y produciendo así, una sensación.


  • Otra función del Antakarana es la de CHITTA. En este caso el órgano interno, ejecuta una actividad diferente, la de conservar las impresiones sensoriales que se producen constantemente, con la excepción del sueño profundo, (mientras que el Manas nos provee de sensaciones).

Es la reserva de todas nuestras experiencias. Es la sustancia mental, como la denominaron los antiguos yoguis.

Puede decirse que conserva todos los recuerdos y las huellas dejadas por las impresiones anteriores.

No sólo recibimos constantemente nuevas impresiones sino que tenemos permanenteente los recuerdos de nuestras experiencias anteriores.


-La 3era. función se llama BUDDHI, la inteligencia. Esta función es la más importante. Todas las informaciones dadas por el Manas deben ser examinadas y analizadas con un criterio discriminatorio. Manas carece de la capacidad de discernimiento.

Por ejemplo, ese objeto que vemos no es una mesa, sino una silla. Este tipo de comprensión nos llega gracias a la actividad del Buddhi.

Es la facultad determinativa que clasifica esas impresiones y reacciona ante ellas.

Es nuestra razón, la cualidad distintiva de nuestra condición humana.

Nuestro Buddhi, determina nuestra conducta en la vida cotidiana. 

Es individual, pero al mismo tiempo es una manifestación del Buddhi Cosmico o inteligencia Cósmica, llamada Mahat.

Por ello, el hombre que logró purificar su Buddhi individual de toda atadura egoísta consigue establecer el contacto con el Buddhi Cósmico y está más próximo a la Conciencia pura.

Es así como el hombre alcanza la realización. Quién alcanza tal estado, puede ponerse en contacto con el pensamiento de otras personas. 

Es el poder de comprender inmediatamente el pensamiento de otra persona. Esta capacidad de entrar en comunicación con la inteigencia cósmica permite comparar al Buddhi con un puente que uniera la Conciencia suprema y la conciencia de la vida ordinaria.

Con la conciencia de la vida ordinaria, nuestro Buddhi es muy impuro, pues lo mezclamos con nuestros impulsos, nuestros gustos, nuestro temperamento y nuestra personalidad.


Otra función del Antakarana es: 

  •  AHAMKARA, que es la que nos permite la conciencia de nuestro Yo.

Todas las experiencias que yo realizo me pertenecen. No pasamos por ninguna experiencia sin ligarla al yo.

El AHAMKARA es el generador de la individualización, del sentido del ego.

Es el sentido del ego que reclama esas impresiones como de su propiedad y las almacena como conocimiento individual.

Es en realidad nuestra personalidad, nuestra conciencia individual.

Por ejemplo:
Manas informa:” Un gran objeto animado se aproxima a gran velocidad”. Buddhi decide: “Se trata de un toro enfurecido que quiere atacar a alguién”.

Ahamkara grita:” Es a mí a quien quiere atacar. Soy yo quien ve ese toro, soy yo quien siente temor. Luego desde las ramas, puede agregar: ahora sé que ese toro que es distinto a mí es peligroso, hay otros que no saben esto, es mi conocimiento”.

El Atman está detrás del Antakarana y es quien le da la fuerza para actuar.

En nuestro ego se encuentra la impureza de nuestra individualidad. Esa impureza es precisamente de la que tenemos que liberarnos.

Partir de la comprensión del yo egoísta para llegar al yo universal, es el objetivo supremo de nuestra vida terrestre.

Nuestra vida se desarrolla en la Prakriti, la materia. Pero una parte de nuestra conciencia no es materia. Existe otra parte formada por nuestro cuerpo y todas sus facultades, incluida la capacidad de pensar, reflexionar y discriminar en el seno de la materia. El Antakarana, no es de la misma materia que el cuerpo, sino que es de naturaleza sutil.

La Conciencia es lo que no cambia, es siempre perfecta y eterna, mientras que la materia cambia constantemente. En nuestro estado puro y perfecto, carecemos de materia.

La meditación es difícil mientras tengamos en nosotros una multitud  de impresiones que nos agitan. En estos casos la concentración es muy difícil de alcanzar.

Podemos comprar el Atman con la Luz y al Buddhi con un cristal. Si el cristal está cubierto de impurezas, si no es transparente, la luz no es filtra a través de él. Pero la luz nos iluminará en cuanto hayamos eliminado esas impurezas.

Son esas impurezas las responsables de que no lleguemos a comprender nuestra auténtica naturaleza. Nuestro espíritu, agitado por diversas experiencias físicas y mentales, hace imposible que se manifieste en nosotros la Conciencia pura.


Artículos : CCV : Profesora Leonor Bakún : Swami Vivekananda, discípulo

 



CCV, Swami Vivekananda, discípulo

Leonor Bakún

Lo hemos escuchado muchas veces. Es difícil ser un buen discípulo. Y esto lo dicen en India, un país donde hay educación para la vida espiritual. No quiero imaginar la cantidad de veces que uno, occidental de buena voluntad que llegó a esto con vocación e ignorancia, se equivoca. Si algo agradezco es la bendición del Maestro que tenemos, que disimula las faltas con indulgencia y humor.

En fin, supongamos algunas virtudes que permitirían, caso de poseerlas, comenzar a transitar el camino del discípulo. Y veámoslas en acción, observando la dureza del camino transitado por Swami Vivekananda, el discípulo por excelencia, de quien Thakur dijo que era la joya de su diadema.

Cuando Naren perdió a su padre trató desesperadamente de proveer sustento a su familia, cosa que le resultó muy difícil. Conocemos la historia de su intento de rogarle a Kali para que lo ayudara en esos momentos y como, finalmente, le pidió a Thakur que hablara de eso Él con la Madre.

En ese episodio encontramos aceptación y entrega. Él había aceptado la enseñanza de Thakur que repetía: “Cuando recen, no pidan calabazas y melones. Pidan a Dios la verdad y la inmortalidad.” El futuro Swami Vivekananda aceptó esa enseñanza y se entregó al Maestro, que como dijera Thakur a M: “quita los sufrimientos. Es como el mago que desata los nudos de una cuerda con un solo gesto de la mano”.

Y, en efecto, la familia de Naren permaneció pobre pero no pasó hambre. De hecho Thakur dijo a Narendra que antes de consagrarse a la religión debía poner orden en los asuntos de familia y así lo hizo, incluso después de la partida física de Sri Ramakrishna. Hasta llegó a ir a la Corte Suprema para arreglar el reparto de la herencia dadas las querellas que había. Tal era su obediencia al Maestro.

Tenía fe absoluta en las palabras del Maestro. Una vez se negó a comer prasad porque era arroz seco. Thakur le dijo que el maha prasad era como un remedio. Comiéndolo obtendría conocimiento, devoción y fe y Naren, entonces, lo comió sin discutir.

Swamiji era fiel. Ramakrishna le había dicho: “Yo guardo la llave. El tesoro no se abrirá hasta tanto tú no hayas terminado mi trabajo”. Por compasión al mundo, su gran perseverancia y su fidelidad al Maestro realizó la tarea que lo desgastaría y le ocasionaría dolor y sufrimiento. 

Su intrepidez se sustentaba en su confianza en el Maestro. Dijo, ya enfermo, “Yo no temo ni a la enfermedad ni a la muerte. He tocado los pies de Sri Ramakrishna. No tengo miedo a nada.”

De su amor y devoción por el Gurú, todo lo que se diga es poco. Impone la determinación que hay en cada acto, cada detalle de su vida. Baste recordar como abandonó todo para cuidar a su Maestro y como, en una ocasión que Thakur lo trató como si fuera transparente igual acudió a verlo cada vez que pudo, por amor a Él.

En cuanto a su sinceridad la muestra a cada paso que da, aun cuando le traiga problemas. Thakur dijo: “cuando uno es sincero, fuerza a Dios a revelarse”- Y eso es lo que hizo Swamiji con Sri Ramakrishna, lo obligó a revelarse y lo reveló para nosotros. Su insistencia sincera obligó a Thakur, casi en sus últimos momentos en este plano, a preguntarle si todavía tenía dudas, y con ese gesto las eliminó para siempre.

Se dice que el ideal de servicio fue el aporte personal de Swamiji a la impronta de la Orden Ramakrishna, sin embargo, él acuña esa idea después de que Thakur le pregunte a Krishnadas Pal si el mundo era tan pequeño como para que él pudiese ayudarlo y remate diciendo: “No hablo de ayudar, sino de servir, el hombre no es capaz de entender el juego de Dios en el universo”.

Repasando la vida de Swamiji  uno comienza a comprender por qué fue la joya de la diadema, el marfil del elefante en la cueva del león hasta que se convirtió en ese león rugiente que, por Dios y para Dios, sacudió el mundo para que se despierte.

Al principio dijimos que poseer algunas virtudes permitiría comenzar a transitar el camino al discipulado y las vimos en acción en algunos episodios de la vida de Swamiji lo cual nos permite suponer que sería bueno ponerlas en práctica si uno tiene la intención sincera de ser un buen discípulo. Tal el caso de la aceptación, la entrega, la obediencia, la fe en el Gurú, la fidelidad, la perseverancia, la intrepidez, la devoción y la sinceridad. Seguramente hay más en la lista pero, bueno, digamos…, para empezar...

Feliz Gurupurnima!

Jay Thakur, Jay Ma!



GURUPUIRNIMA 2024


Celebramos Gurú Purnima en el Ramakrishna Ashrama de Bella Vista













viernes, 12 de julio de 2024

CCV : Poemas etc. : Counselor Verónica Pomerane : Fui elegida

 




"Fui elegida

Te acercaste a mí Ramakrishna
por Tu pura Misericordia.
Cabalgaste mis miserias
cruzaste mis heridas
utilizaste el eco eterno
para entreabrir
mis férreas espesuras.
Y así llegaste
a ese fondo que desconozco de mí
y que es Tu lugar.
En mí, Tú
mi Tú que es mi más íntimo abrazo
que ni los amantes
ni los amados
jamás imaginaron.
Yacía yo embalsamada
y fue ese suspiro Tuyo
ese rostro eterno
que me guardó
en las solapas de mi historia.
Osé gemir
el extracto concentrado de amor
a Tí".

V.


martes, 9 de julio de 2024

Articulos : CCV : Counselor Verónica Pomerane : Charla 5/07/24

 


Charla 5/07/24 :

“Por su naturaleza la mente-intelecto se proyecta hacia fuera para adquirir conocimientos sobre el universo y su funcionamiento. Pero así solo se puede conocer aquello que es en sí mismo ilusorio e irreal. La persecución de tales conocimientos simplemente prolonga la ignorancia a través de la continuidad de la falsa identidad del conocedor. A no ser que este proceso cambie radicalmente, y la indagación se dirija hacia dentro, será imposible acercarse al descubrimiento de las auténticas naturalezas del hombre y del universo”. 


En el sistema hindú, el primer estado de la evolución, partiendo de la indiferenciada Prakriti, es Ilamado Mahat, "la gran causa". Mahat es el sentido del ego cósmico, la primera luz del amanecer de la consciencia diferenciada. 

De Mahat se evolucionó a Buddhi, la facultad de discernimiento. De Buddhi evolucionó Ahamkara, el sentido del ego individual. De Ahamkara las líneas de la evolución se ramificaron en tres direcciones diferentes: para producir Manas, -la facultad registradora; los cinco poderes de percepción-vista, olfato, oído, gusto y tacto; los cinco órganos de acción-lengua, pies, manos y los órganos de evacuación y procreación y los cinco tanmatras o sea las cinco esencias sutiles: sonido, tacto, aspecto, sabor y olor. Se dice que estos tanmatras sutiles, en sus combinaciones y recombinaciones, producen los cinco elementos densos: tierra, agua, fuego, aire y éter, de los cuales está compuesto el universo exterior.
Se describe a la creación como una evolución hacia el exterior, desde lo indiferenciado hacia la conciencia diferenciada, de la mente a la materia. La consciencia pura, por así decir, queda gradualmente cubierta por sucesivas capas de ignorancia y diferenciación, siendo cada capa más densa y oscura que la anterior hasta que el proceso termina en la superficie física externa del mundo visible y tangible.
Si queremos comprender la técnica de meditación, debemos mantener esta idea de la evolución bien clara en nuestra mente, porque meditación es evolución en sentido contrario. Meditación es un proceso de (volver al estado anterior). Comenzando a nivel de superficie de la vida, la mente meditativa va hacia lo interior en una constante búsqueda de la causa detrás de la causa, hasta alcanzar la más recóndita Realidad.


Qué es este cosmos? ¿De qué está hecho? 

Vedanta enseña que el Cosmos está hecho de Prakriti, la materia elemental, indistinguible y homogénea, de mente y materia. 

Se define a Prakriti como el poder o efecto de Brahman. En el mismo sentido que el calor es un poder o efecto del fuego. Así como el calor no puede existir separado del fuego que lo causa, así Prakriti no podría existir separada de Brahman. Los dos son eternamente inseparables. El último causa al primero.

¿Por qué Brahman causa Prakriti? Esta pregunta probablemente no pueda ser contestada en términos de ninguna filosofía creada por el hombre porque el intelecto humano está dentro de Prakriti y por lo tanto, no puede comprender su naturaleza. 

Sólo un ser iluminado puede experimentar la naturaleza de la relación Brahman-Prakriti mientras se halle en el estado de perfecta unión o yoga, pero no puede comunicar su conocimiento en términos de lógica y lenguaje porque desde el punto de vista absoluto, Prakriti no existe. 

Es la realidad como aparece ante nuestros sentidos humanos, la Realidad distorsionada, limitada, mal interpretada.


sábado, 6 de julio de 2024

Artículos : CCV : Counselor Verónica Pomerane : Romain Rolland, Charla 28/6/24

 


Romain Rolland

Charla 28/6/24


No obstante, luego de haberle dejado su aguijón, ella le huyó, se rehusó a manifestarse. Ahora que su amor le traspasara, la avispa volvía a entrar en su vaina de piedra, él no podía animarla. El apasionado de la Diosa muda se consumía. Alcanzarla, estrecharla, robarle una señal de vi-da, una mirada, un soplo, una sonrisa, se convirtió en el único objetivo de su existencia. Se revolcaba en un rincón salvaje del jardín, como una jungla, meditando y llorando, despojado de sus vestiduras y del cordón sagrado, que ningún brahmín debe quitarse jamás; más el amor de la Madre le había revelado que, quien quiere pensar en Dios, debe primero despojarse de todos sus prejuicios. Era como un niño perdido. Suplicaba, con lágrimas, a la Madre, que se mostrase. Cada día que en vano pasaba le enloquecía. Había perdido todo control. Desesperado, revolcábase ante los visitantes, era para ellos objeto de piedad, ironía escandalo ¿Qué le importaba? Una sola cosa importaba: se sabía a dos dedos del bien supremo, lo separaba un tabique, y no podía atravesarlo. En su exhaltación sin nada que le guiase pues ignoraba la ciencia del éxtasis dirigido, que en el curso de miles de años la India religiosa anotó y codificó minuciosamente, con todo el rigor, se lanzaba al azar, llevado por el delirio ciego; y corría el riesgo de perecer. La muerte acecha siempre al yoguin imprudente, que anda sobre el abismo. Los testigos le describen en estos días de extravío, rojos el rostro y el pecho, como secuela de la afluencia sanguínea, los ojos bañados de lágrimas, el cuerpo sacudido por espasmos. Está en el límite de las fuerzas de la vida. Allá está la caída en la noche, la apoplejía, o bien, la visión...

¡Ve! El tabique cae... Le dejo hablar.


“Un día, yo estaba dominado por una intolerable angustia. Parecía que mi corazón se retorcía como un paño mojado... El sufrimiento me desgarraba. Ante la idea de que jamás en mi vida tendría la bendición de esa visión divina, se apoderó de mí un frenesí terrible. Pensé: Si esto debe ser así, ¡ya viví bastante!... La gran espada pendía, en el santuario de Kâlî. Mi mirada cayó sobre ella; y un relámpago atravesó mi cerebro: Ella... "Ella me ayudará a poner fin..." Me precipité. La empuñé como un loco... ¡Y he aquí!... La habitación con todas sus puertas y ventanas, el templo, todo se desvaneció. Me pareció que nada más existía. Y, en lugar de ello, percibí un océano del espíritu, sin límites, deslumbrante. Dondequiera volviera mis ojos, por más lejos que mirase, veía llegar enormes olas de este océano reluciente. Se precipitaban furiosamente sobre mí, con un ruido formidable, como para tragarme. En un instante, estuvieron sobre mí, se desplomaron, me sepultaron. Sacudido por ellas, me ahogué. Perdí la conciencia, y caí... No sé cómo pasaron ese día y los siguientes. Dentro de mí rodaba un océano de júbilo inefable. Y hasta el fondo, yo tenía conciencia de la presencia de la Madre Divina...


Se observará, en este bello relato que, salvo las últimas palabras, no existe más la cuestión de la Madre Divina, Ella se fundió en el Océano...