domingo, 16 de agosto de 2020

SEGUIR APRENDIENDO: El Irresistible Aroma de lo Divino. Por Ma. Belén Luaces Benítez.

 



El Irresistible Aroma de lo Divino. Por Ma. Belén Luaces Benítez.

Si Swami Vivekananda no hubiera existido, habría que inventarlo. 

Lo más grandioso es que Existió, fue casi contemporáneo nuestro y hay miles y miles de testigos, testimonios directísimos, evidencias concretas, una Misión, que lo asevera, es Real como las mismísimas verdades a las que dedicó cada segundo de su noblísima, santísima existencia. Su mensaje va así filtrándose por las capas de la historia y las generaciones con adaptabilidad, destreza, pureza y verdad. Es su canto, el canto de una voz sin forma, como a él mismo le gusto definirse. Saber que existió, que fue un ser humano real de carne y hueso, con una historia humana real, con luchas humanas reales, con 39 años de una intensidad abrasadora, cuando dejo el cuerpo físico en Mahasamadhi, como lo hacen los Grandes Yoguis de todas las eras, como lo hacen los seres humanos que trascienden toda limitación, nos despierta un fuego que pone en orden una vida, como mínimo, y la llena de luz. Hay miles de testimonios, quizás millones, este mío es sólo uno más, pero es mi verdad. Mientras estuvo entre nosotros, entre sus contemporáneos que nos contaron y preservaron su mensaje, hasta aquí y ahora, este Profeta, Monje, Filosofo, Cantor, Músico, Compositor, Renunciante Sannyasin, Maestro, Vedantista, Devoto de la Madre, Discípulo dilecto de Sri Ramakrishna, Jóven, Entusiasta, Patriota, Viajero, Gñani, Advaitista, Dualista, Universal …. Fue Fuerte e Incansable. Y nos legó directamente a la Santa Madre que lo sobrevivió en cuerpo físico, 18 años más, la primer discípula y además esposa del Maestro Thakur, nuestro guía, a quien dejo como cabecera espiritual de una Orden de renunciantes y una Misión de karma yoguis que al día de hoy, son de primerísimo nivel en India. Ese, su país natal, lo distinguió de innumerables formas, a Vivekanandaji, su mensaje y obra, e incluso celebra el día de la juventud, en cada aniversario de su natalicio. Es decir, Swami Vivekananda, si te conmueve, tarde o temprano, te lleva a esta trinidad sagrada para miles de seres de todo el planeta. No porque fueran “solamente” Divinos, sino porque fueron simultáneamente “humanos”. Desde lo Real, pasamos a lo Trascendental, siempre, cuando nos tocan con su ternura, misericordia y simpatía, estos seres embriagados de la consciencia divina.

Esta es nuestra inmensísima Gracia, conocerlos, ser testigos de los testimonios directos sobre ellos, y en nuestra alma, de la intensidad de su fuego. Esta es nuestra inmensísima Gracia, haber sido invitadas e invitados al banquete del elixir de sus palabras, el néctar de su canto, la poesía sagrada de sus vidas santas.

Ser bhaktas, devotas y devotos, es parte de esta danza cósmica divina de avatares, de espiritualidad ancestral, de cadenas de gurúes, maestras y maestros que en todas las culturas y todos los tiempos han alcanzado la Meta Suprema.

¿Cuál es esa Meta Suprema?

El sólo hecho de preguntárnoslo, ya nos comienza a guiar irresistiblemente a la dicha sagrada de la búsqueda espiritual. Ese camino del cuál han versado las vidas de las Santas y Santos de todos los tiempos, territorios y culturas humanas sobre la Tierra, es vasto, con infinitas formas como infinitos seres existen, y la trinidad Ramakrishna, Sarada Devi, Vivekananda, da fé y muestras de este principio Cósmico Eterno.

Ojalá te llegué el aroma delicioso, la fragancia única y sublime, de su existencia rozando la tuya... y te atrevas a seguirles. Cada paso en dirección hacia ellas, ellos, cada paso firme puesto en la Ciencia Sagrada de la Práctica Espiritual, también conocida como Yoga, es un paso hacia la Inmortalidad del Alma y la Dicha Real de Sat Chit Ananda que es Conocimiento, Existencia y Dicha, nuestra verdadera Identidad del Alma.

Ese es su legado, recordarnos que somos Fuertes y Puras, Hijas e Hijos de la Dicha Inmortal. Esta es nuestra fortaleza.

Om Shanti Shanti Shanti

Om Ramakrishna Om

Om Sat Chit Ananda Om

Jay Ma

Jay Thakur

Jay Sri Sarada Ma

Jay Swami Vivekananda


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