lunes, 29 de junio de 2020

SEGUIR APRENDIENDO: Counselor Veronica Pomerane: (28-06-20)



YOGA Y SU PRÁCTICA

Los pasos preliminares hacia yoga son: austeridad, estudio y dedicación de los frutos del trabajo a Dios.
Los pasos preliminares hacia yoga son conocidos colectivamente como kriya yoga.
La palabra latina "austeridad" suena severa e inhóspita y, en consecuencia, presenta dos alternativas posibles: "mortificación'"y "disciplina". 
Disciplina, para la mayoría de nosotros da la imagen de un sargento instructor; mortificación, una horrible gangrena; austeridad, un ministro de economía diciéndole al pueblo que debe consumir menos manteca. El puritanismo que
ha coloreado el uso de nuestra lengua impide aquí, la comprensión del pensamiento hindú.
La palabra sánscrita que usa Patanjali en este aforismo es Tapas que significa, en un sentido primario, aquello que genera calor o energía. Tapas en yoga es la práctica de conservar energía y dirigirla hacia la unión con Atman. Es obvio que para hacer esto debemos ejercitar la auto-disciplina, controlar nuestros apetitos físicos y nuestras pasiones. Pero lo que psicológicamente confunde al Occidente acerca de las tres palabras mencionadas, es que todas ellas son interpretadas bajo el aspecto doloroso y negativo de esta disciplina, en lugar de en su aspecto gozoso y positivo, que es el logro supremo de tal disciplina.
Acentuar el aspecto negativo de la auto-disciplina es contribuir a la vasta propaganda indirecta hecha en nuestra sociedad, contra la vida espiritual. 
La mayoría cuando se refiere a las disciplinas y austeridades de un monje, lo hace con un sentimiento de rechazo, consideran que esa clase de vida es antinatural. Y aun así, esas mismas personas no consideran antinatural ni terrible el hecho de que un joven se someta a austeridades igualmente drásticas con el fin de entrenarse para un encuentro de box o una carrera. 
El motivo de esto es que todo el mundo comprende el por qué se busca ganar un encuentro de box. El por qué uno debe desear hallar a Dios es más sutil.
La austeridad por la austeridad en sí, fácilmente degenera en un culto perverso de auto-tortura que encierra además otro peligro: que el fin sea olvidado en un exagerado cultivo de los medios. 
En el Bhagavad Guita, Sri Krishna condena explicitamente tales prácticas: 

"Sabe que son de naturaleza demoníaca, aquellos hombres que mortifican excesivamente el cuerpo de una manera no prescripta por las Escrituras. Hacen esto porque su concupiscencia y apego a los objetos de los sentidos que los han llenado de egotismo y vanidad. En su insensatez, ellos debilitan sus órganos de los sentidos y me mortifican a Mi, el morador del cuerpo".

Sri Krishna, al igual que Buda, aconseja la moderación.


“Que el hombre sea moderado en el comer y en el esparcimiento; moderado en el sueño y en el estado de vigilia”.
En otro capítulo del Guita se definen las tres clases de austeridad:

Reverencia a los iluminados, los maestros, los sabios; sinceridad, no dañar, limpieza del cuerpo y pureza sexual.
Estas son las virtudes cuya práctica se llama austeridad del cuerpo.
Hablar sin causar preocupación a otros, ser veraz, decir siempre lo que es amable y beneficioso y estudiar regularmente las escrituras, esta práctica se lama austeridad del habla.
La práctica de serenidad, simpatía, meditación sobre el Atman, retirar la mente de los objetos de los sentidos e integridad de intención, se llama austeridad de la mente".
La verdadera austeridad, según la comprensión Hindú del término, no es un proceso de fanático auto-castigo sino de un tranquilo y sano auto-control. 
No tenemos un cuerpo para castigarlo brutalmente y destrozarlo, sino para manejarlo firmemente y con toda consideración, de la misma manera que
un hombre domina a un caballo. Esta es la imagen empleada por el autor del Katha Upanishad: 

"Los sentidos", dice el sabio, son los caballos; los caminos que ellos transitan constituyen la confusión del deseo. Cuando un hombre carece de discernimiento y su mente no tiene control, sus sentidos son como potros indomables. Pero cuando el hombre por la práctica del discernimiento ha puesto su mente bajo control, sus sentidos, como los mansos caballos de un cochero, fácilmente obedecen a las riendas. El hombre que tiene por auriga una sólida comprensión y por riendas una mente controlada, ese hombre
llega a destino".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa su opinión: