martes, 21 de abril de 2020

Artículos: Profesora Ana Maria Menghini: Vida y Obra de Swami Vivekananda



Vida y Obra de Swami Vivekananda

Vislumbres de Espiritualidad
En el año 1877, cuando Naren era estudiante de la tercera clase, su padre tuvo que trasladarse por asuntos profesionales a la ciudad de Raipur, en la India Central. Como tendría que pasar mucho tiempo allí hizo llamar a su familia y Naren fue el encargado de llevarlos. Tenía en ese entonces catorce años. En aquella parte del país no había ferrocarril y para llegar a destino era necesario atravesar un gran bosque poblado de animales salvajes. El único vehículo era una carreta tirada por bueyes que tardaban quince días
en hacer la travesía.Universal Brotherhood — Swami Vivekananda. - Dr. Satish Bendigiri ...
Aunque el viaje fue causa de muchas molestias y hasta dolores físicos, nos decía Narendra que, contemplando la maravillosa belleza del bosque, no sentía tales molestias. Y esta fue la primera vez que sintió muy profundamente en su corazón la manifestación del ilimitado poder y del infinito amor de Aquel que, por su propia voluntad, había vestido a la tierra con tanta belleza.
Lo que vi y sentí atravesando aquel bosque y especialmente lo que sucedió un día, ha quedado grabado en mí para siempre. Aquel día tuvimos que marchar bordeando la cordillera de Vindhya. A ambos lados, los enormes picos se elevaban hacia el cielo; diversas clases de árboles gigantescos llenos de frutas y flores llenaban de esplendor las faldas de los cerros y el canto de distintas clases de pájaros llenaban el aire con una música extraordinaria. El conjunto de todo eso me hacía sentir una clase de paz que hasta entonces no había conocido.

Poco a poco la caravana de carros llegó a un lugar donde dos grandes picos parecían abrazarse con gran cariño. Entonces, fijándome bien, observé que había una enorme grieta al costado de una de aquellas montañas, en la cual había una gran colmena exhibiendo el trabajo de millones de abejas durante varias décadas. Maravillado, me sumergí pensando en la historia de la vida de las abejas y mi mente se perdió completamente en la profunda percepción del infinito poder de Dios que dirige y maneja todo este universo. Durante algunas horas perdí toda conciencia exterior. Cuando volví a la conciencia normal, ya habíamos recorrido varios kilómetros. Como viajaba solo en uno de los carros, nadie se enteró de mi experiencia.

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