viernes, 27 de diciembre de 2019

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23/12/2019

Del libro Vida de Swami Vivekananda
Tomo I

En 1881 vió Narendranath por primera vez a Sri Ramakrishna Paramahamsa. Es interesante saber en qué circunstancias oyó hablar por primera vez de él. En ese tiempo era Director del Instituto, el Profesor William Hastie. Un día, en ausencia del profesor de Lengua inglesa, Hastie se hizo cargo de la clase de literatura. Comenzó a explicar el poema de Wordsworth, "Excursión', en el cual el autor se refiere al estado de trance y a su vislumbre del mismo mientras contemplaba las bellezas de la naturaleza. Los alumnos no comprendieron nada, entonces el profesor les dijo: "Tal experiencia es el resultado de la pureza de la mente y de la concentración sobre un objeto particular. Esto es muy poco común, especialmente en estos días. Yo he visto solamente una persona que ha experimentado ese bendito estado mental, es Ramakrishna, el Paramahamsa de Dakshineswar. Podrán comprenderlo si van allá y lo ven con sus propios ojos”. 
Esta fue en efecto, la primera vez que Naren oyó el nombre de su futuro Maestro, y no por intermedio del Brahmo Samaj del cual era miembro.
Narendra argumentaba sobre todos los temas y durante los momentos de descanso continuaba la discusión iniciada en la clase. Era vehemente, vigoroso, de una energía inagotable y sus tópicos de conversación no tenían fin. En esta etapa de su vida experimentó una maravillosa transformación psicológica. Nacido idealista y buscador de la Verdad, no quedaba satisfecho con los goces mundanos tan superficiales.
Él queria rasgar el velo de la naturaleza, al tiempo que su corazón buscaba la solución. Bajo la superficie de su mente consciente, corria la impetuosa corriente del anhelo por la Realidad que le hizo presentir, desde sus años
más tempranos, que su vida sería diferente a la del resto de la humanidad.
Aun así, continuaba siendo un joven como todos. Amante de la aventura, era siempre el primero en ver el lado humorístico de una situación. Una característica de su personalidad fue la siempre solicitud hacia las necesidades de los demás.

Él describía sus jornadas pre-examinación del siguiente modo: "Me sentaba en el cuarto, libro en mano, con una taza de té o café fuertes a mi lado, para mantener el cerebro alejado del cansancio. Cuando me sentia inclinado a dormir en las noches ataba una cuerda en mi pie. Entonces, si tenía somnolencia y queria estar más confortable, la cuerda no me dejaba, y eso me despertaba del sopor nuevamente”.

En su cuarto Naren usualmente cantaba, entre tiempo y tiempo de sus combates estudiantiles. En la casa de enfrente, vivía una joven viuda. Ella solía  llegar y situarse junto a la ventana de ese cuarto, y sin que él lo supiera, lo escuchaba. En una ocasión, esta mujer cruzó desde su casa y en la luz tenue de la noche se paró frente a la puerta del cuarto. Ella era jóven y había venido a buscarlo. Lo había estado viendo sin su conocimiento y había desarrollado un gran amor por él. Esa noche lo habia oido cantar y para ella esto había sido muy romántico.  Narendranath estaba anonadado, nunca había visto a la muchacha antes. Cayó a sus pies exclamando "¡Madre! ¡Madre!" enfatizando la palabra y añadió "¿Por qué viniste? Dejame que te considere como a mi propia Madre". La muchacha comprendió y un momento después Naren estaba nuevamente solo. Al día siguiente cambio la ubicación de su habitación en la casa y nunca más fue visto en ese cuarto. Ya en ese tiempo, se presagiaba su inmenso ascetismo.

El día del exámen B.A Naren se encontraba en un extraño estado de ánimo. Sin sentir preocupación alguna, su mente estaba como saturada con la idea de la inutilidad de todo conocimiento que no despertara el deseo por la Realidad que nace del amor a Dios. 
En ese período de su vida, Naren comenzó a interesarse en los sucesos del momento, especialmente en las actividades del Brahmo Samaj, ya que las renovadoras ideas de este movimiento contrastaban con el estado desfalleciente de la sociedad hindú y su lider, el elocuente nuevo héroe, Keshab Chandra Sen, era el ídolo de la juventud de Bengali.
El renacimiento de una nación trae aparejado los dolores de todo nacimiento en sus etapas de reforma. Del encuentro entre la lucha por una nueva visión que buscaba su expresión y el deseo conservador de la vieja tradicción, surgen los reformadores y los reaccionarios. El Brahmo Samaj fue la expresión del esfuerzo por liberalizar y al mismo tiempo conservar los rasgos más evolucionados de la cultura hindú. 
El movimiento protestaba contra ciertas formas y principios del Hinduismo ortodoxo como eran el politeismo, la adoración de imágenes, la doctrina de las Encarnaciones Divinas y la necesidad de un Guru. Ofrecía por el contrario una religión monoteista que repudiaba todas esas caracteristicas ancestrales hindúes. En el aspecto social demandaba la erradicación del sistema de castas, el reconocimiento de la igualdad entre los hombres y la educación y emancipación de las mujeres a través del fin de los casamientos infantiles. Era en sí, una tarea tremenda la que el Brahmo Samaj se había autoimpuesto, que requería una paciencia sin limite y mucha sabiduria. Sin embargo este movimiento carecía del entendimiento indiscutible, de que en realidad toda reforma debe provenir desde adentro, ya que lo impuesto desde fuera no puede ser duradero en el tiempo. No es de asombrarse que este movimiento cautivara la imaginación de la juventud de Bengala. En Narendra levantó un tumulto de pensamientos y sentimientos que lo llevaron a considerar al Samaj, a cuyas reuniones concurría como la Institución ideal para resolver los problemas de la vida individual y nacional. Él por su parte, también reprobaba la rigidez del sistema de castas y ya no simpatizaba con el politeísmo ni con la adoración de las imágenes. Se adhirió a la causa con toda vehemencia y era su más intimo anhelo llegar a poseer la fuerza de pensamiento, la profundidad de sentimiento y el magnetismo personal de Keshab, lo cual ejercía una tremenda influencia sobre sus seguidores.

El rasgo prominente de Narendranath era la pureza. Como todos los jóvenes estaba expuesto a circunstancias de naturaleza dudosa. Las oportunidades eran muchas pero la influencia de su madre se hizo sentir aquí: ella habia hecho de la pureza un asunto de lealtad a ella y a la familia. Habia además algo que en momentos de peligro lo hacia retroceder, como él mismo relataría más tarde. La pureza se convirtió en el molde mediante el cual se juzgarian los ideales y visiones del alma y Dios. La Pureza era el sostén de todo su pensamiento y sentimiento. Sentia que sin ella, la vida espiritual era imposible. No se trataba de una resistencia pasiva al mal sino una pasión activa y abrumadora, una fuerza espiritual quemante relacionada con todas las formas de vida mucho más allá de lo meramente sexual. Brahmacharya, castidad en pensamiento, palabra y obra, era su ideal para los estudiantes. Una Brahmacharya de duro trabajo intelectual combinado y gobernado por gran pureza personal. Una preparación de la mente y el corazón para lograr la visión que las escrituras prometían a los que se mantenían fieles a ese ideal.
Un compañero de estudios durante esos años y que luego se convertiría en discípulo de Swami Vivekananda, relató que ya en aquellos días de juventud,
Narendranath era una llama de espiritualidad. Dijo que "La espiritualidad literalmente irradiaba de Naren como una influencia abrumadora". 
Naren siempre consideró la pureza como la virtud cardinal y la hizo parte inseparable de su vida.
Para él, ya en su edad adulta, la pureza no era una resistencia a los demonios, sino una irresistible pasión por Dios, en todos cada uno de los aspectos de la vida. Era de una ardiente y radiante fuerza espiritual. La Pureza se transformó en la clave de su mensaje.
La atmósfera intelectual del Brahmo Samaj lo satisfizo durante cierto tiempo. Se sentia elevado durante las oraciones y los cantos devocionales. Aun asi comenzó a surgir en él, la idea de que si su meta era realizar a Dios, con su ingreso al Brahmo no había logrado progresar en absoluto en tal sentido; y que todas las filosofias y los Vedas eran sólo intentos para describir lo Indescriptible
y que resultaban inútiles si no nos conducían a los pies del Señor. 
En su anhelo por conocer la Verdad un día fue a visitar a Maharshi Devendranath Tagore, considerado por muchos como uno de los maestros espirituales más notables de la época. Con anterioridad Naren había ido a verlo con algunos de sus amigos y en esa ocasión él le había aconsejado practicar meditación intensamente. Nuevamente se presentó ante el Maharshi quien vivia solo en un bote sobre el Ganges y sin ningun preámbulo le hizo su inquietante pregunta: "Señor ha visto usted a Dios?" El Maharshi incapaz de responder sólo le dijo: "Hijo mio tú tienes los ojos de un Yogui". Naren se alejó desilusionado. Tambien visitó a lideres de otros caminos religiosos y ninguno de ellos pudo decirle que hubiera visto a Dios. Donde ir entonces? Recordó a Sri Ramakrishna a quien había conocido en noviembre de 1881, en la casa de un devoto llamado Surendranath Mitra. Narendranath había sido invitado para cantar y el Maestro intensamente atraido por su música, hizo varias preguntas sobre él e incluso lo invitó a Dakshineswar. Así fue como Narendra se decidió a ir hacia alli y hacerle su pregunta a Él.
Su vecino Surendranath Mitra, lo invitó a acompañarlo en su carruaje a caballos a ver al Santo. Narendra aceptó esta invitación y acompañado por dos amigos fue por primera vez a Dakshineswar en Diciembre de 1881.

Este encuentro abrió el nuevo el nuevo capítulo en la vida de Narendra.

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