Llegar a la comprensión de Atman-Brahman es el objetivo de nuestra vida. Esta es la enseñanza del Vedanta.
Los sabios de los Upanishad han expresado la idea fundamental de la existencia de una sola realidad: Brahman, que se manifiesta en el universo bajo múltiples formas.
Algunos puntos que me llegaron hondamente de las charlas de Swami Pareshananda:
- Mientras continuamos identificándonos con el cuerpo, es decir, con lo no permanente, debemos tratar de adorar a Dios
- En tanto continuemos en la forma, permanecemos en la ignorancia
- Cuando los objetos sensorios son favorables, nos sentimos felices, si son desfavorables, infelices. Tratar de comprender que son características del objeto y que nada tienen que ver con nuestro Atman.
- Trabajar como una adoración
- Acercarnos a nuestro Ishta, Ideal elegido, a través de nuestras prácticas, de la lectura, del Japam, cantando el santo Nombre.
- Ishta: Supremo Gobernador.
- Renunciación: Cubrir todo con la Presencia de Dios, con la Conciencia Divina.
No ver al mundo cambiable, sino a Dios. Trascender la dualidad. Ver a Dios en todo y en todos. No significa ello renunciar a nuestros afectos, sino ver a Dios en ellos.
- Gozar de esta renunciación
- Una madre no necesita practicar para sentirse atraída por su bebé.
Nosotros como no tenemos suficiente atracción por la divinidad,
necesitamos hacer nuestras prácticas. Para concentrarnos en el sagrado
Nombre que es Dios mismo, la condensación de la Conciencia.
- Así, gradualmente comenzaremos a gozar de la cercanía de la divinidad.
- Lo primero que tenemos que lograr, es sentir esa atracción.
- Ya que tenemos que actuar en el mundo, tratar de realizar rectas acciones.
Nuestra idea de individualidad es la que nos impide llegar al Sí eterno.
La conciencia de la vida corriente del pequeño yo egoísta es relativa y no absoluta.
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