La Unidad de la existencia
25/5/2019
El festival de Wesak tiene lugar en los Himalayas, anualmente , durante la luna llena de Tauro. Allí se celebra la iluminación, y otros aspectos del Señor Buddha, quien baja derramando bendiciones y Energía Divinas sobre todos los seres de la Tierra.
Estamos ahora reunidos en este Ashrama en el programa de Sarada Ma, la Divina Madre del Universo, como ella declaró, y recordamos que Sw. Ramakrishnananda le cantó, una vez, los versos del Chandi:
“¡Oh Eterna Madre! : Tú eres la Energía de la creación; eres quien preserva y quien destruye. ¡Salutaciones a Ti !"
Nosotros, afortunados, desde este limitado mundo del Ashrama, limitado en espacio, no sabemos qué grandezas ocurren en esa dimensión desconocida a la que no accedemos; nosotros, decía, tenemos acceso a esa Energía que nos llega a través del conocimiento de la vida de Sarada Devi, de Swamiji y también por las enseñanzas de los Maestros.
El tema de hoy es la Unidad de la existencia.
Las enseñanzas de Vedanta dicen que la verdadera naturaleza del ser humano es idéntica a la del Ser Supremo, por lo tanto es Divina. ¿Y qué dice la Santa Madre?:
“ A medida que avances en tu práctica espiritual verás el mismo Ser en ti como en mí. Él está en todos los hombres aunque sean de las castas más bajas. Así adquirirás humildad.” Agrega: “ Con el transcurso del tiempo uno no siente siquiera la existencia de Dios, y el aspirante se da cuenta que es sólo la Madre quien penetra el Universo. Entonces todo se hace Uno”,
Swami Vivekananda también opina sobre el tema. Expresa: “El ideal de Vedanta es que toda sabiduría y toda pureza se encuentran ya en el alma, oscura o claramente expresadas, y que de esto surge la diferencia entre un hombre y otro, y entre todas las cosas que comprenden la creación; no es una diferencia de esencia, lo es sólo de grado. La Base, la Realidad de cada uno, es ese Eterno, Siempre-Bendito, Siempre Puro y Siempre- Perfecto Ser…en el santo y el pecador, en el hombre feliz y en el desdichado, en el hermoso y en el feo, en los hombres y en los animales: es lo mismo penetrando todo. Es el refulgente Ser”.
¡Maravilloso! Muchos estamos dispuestísimos a creer, pero ahora hay que practicarlo.
Entonces veremos rápidamente cómo lo practicó, cómo lo vivió la Santa Madre.
En pocas palabras diríamos que en pensamiento, palabra y obra.
Sw. Saradeshananda decía que la Madre pasaba Sus días en una constante dicha interior. Esa dicha incluía a todos los que se le acercaban, y los envolvía en la atmósfera en la cual vivía. Su pensamiento siempre fijo en Dios.
Sobre Su palabra, Sw. Vijoyananda comentaba que Ella hablaba en el lenguaje del pueblo, con sencillez, sin condenar a nadie, y escuchándola la gente se iba son renovado ánimo de dedicarse a Dios.
Ella aclaraba: “ No se debe herir a los demás ni siquiera de palabra. No se debe hablar sin necesidad de una verdad desagradable. Si uno se deja llevar por el empleo de palabras groseras, hasta el mismo carácter se entorpece y se pierde el control sobre lo que se habla”.
Con respecto a Su obra, Sw.Nikhilananda explica que su vida diaria se desenvolvía entre el cumplimiento de incesantes deberes, tanto para los discípulos como para sus parientes que la llenaban de sinsabores. Pero seguía actuando siempre con paciencia, fuerza y sabiduría. Cuando Thakur supo que Su cuerpo duraría poco, le dijo: “Dejo todo en tus manos”. Y aunque Ella también quería dejar Su cuerpo. Él insistió:”Esta vez tienes que trabajar, el mundo te necesita”.
Entonces, Ella, ocultando Sus poderes de Vidya, protegió a la Orden que propagaría las enseñanzas de Su Divino Esposo, manteniendo vivo el espíritu de Sri Ramakrishna, dio refugio a todos con ilimitada misericordia, y reviviendo la maravillosa Shakti en India “representó el ideal perfecto de la femineidad de esta época. Y comenzó el despertar de todas las mujeres del mundo”.
Hoy, 25 de Mayo, recordamos a los insignes patriotas que lucharon, de diversos modos, por la libertad de la Patria, nada menos. Ahora queremos referirnos a esa libertad interior, que es absoluta y verdadera.
Swamiji lo expresó claramente diciendo: “ Debe llegar un día en que cada hombre sea tan intensamente práctico en el mundo científico como en el mundo espiritual, entonces esa Unidad, la armonía de la Unidad, penetrará el mundo entero. Y la totalidad de la humanidad se volverá yivanmukta, ya libres en esta vida. Y aunque a veces flotamos sin rumbo como briznas de paja o trozos de papel, estamos seguros, con el correr del tiempo, de unirnos al Océano de Vida y Dicha”.
Para que descubramos esa libertad dentro de nosotros, se sacrificaron estos dos grandes Seres: Sarada Devi y Swami Vivekananda. Y lo siguen haciendo los monjes de la Orden.
En la reunión anterior aludimos a la necesidad de practicar verdadera renunciación, verdadera tapasya, y repetir el Nombre de Dios. Hoy se añade al ejemplo de Swamiji y de la Santa Madre: entender, sentir profundamente la Unidad de la Existencia.
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