miércoles, 22 de mayo de 2019

Artículos: Profesora Ana Maria Menghini : SWAMI VIVEKANANDA (21/5/2019)





VIDA DE SWAMI VIVEKANANDA
Por
SUS DISCÍPULOS DE ORIENTE Y OCCIDENTE
LIBRO I

CAPÍTULO I

EL LINAJE

Las voces del silencio vienen desde muy lejos y muy rara vez son escuchadas, salvo por los místicos y por los sabios. Y cuando una de estas voces se personifica como sonido audible al oído mortal, ¡bendito es el tiempo y benditos son aquellos que lo escuchan!
El Espíritu es sin forma y por lo tanto su visión es subjetiva; densa es la ilusión que, como velo cósmico, pende ante la Realidad. ¡Qué divina, por lo tanto, debe ser la personalidad que obra el milagro de objetivar la ilusión del Espíritu! ¡Qué inapreciable resulta la historia de aquel que ha levantado, aunque más no sea, la orla del velo! A través de la refulgencia de tal personalidad espiritual, la ilusión se vuelve transparente; el Espíritu mismo se vuelve manifestado y aquellos que ven, se encuentran cara a cara con la Realidad.  C:\Users\usuario\AppData\Local\Microsoft\Windows\INetCache\Content.MSO\6936A954.tmp

Presentar la vida de Swami Vivekananda es presentar el tema de la vida espiritual. En él nos fue revelada toda la lucha intelectual; todas las dudas; toda la ardiente fe; todo el proceso del desdoblamiento de la iluminación espiritual. Como hombre y como vedantista, manifestó la hombría en la santidad y la santidad en la hombría; manifestó el patriotismo que proviene de la visión del Dharma y manifestó la vida de intensa actividad simultáneamente con la de Suprema Realización, como el fruto de la verdadera percepción de la Divina Sabiduría. Durante toda su vida reveló la gloria de la vida suprasensoria.

Al abordar la tarea de escribir su vida, uno se siente fervorosamente consciente de su incapacidad, porque, ¿quién puede conocer el Ser Infinito de tan siquiera el más simple de los hombres, ¿qué más decir del alma de un Vivekananda? Y ¿quién puede sondear las profundidades de su realización personal? La tarea está más allá del pensamiento, y, aun así, el mundo debe conocer la grandeza de esa vida que se estremeció a través de su corazón oriental y de su mente occidental.   

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