Entrevista a Swami Ritajananda (Gretz/ Francia) por Ramiro Calle:
Para muchos el problema se encuentra en como controlar el pensamiento.
Uno de los logros más difíciles es el control, que incorrectamente realizado, puede crear represiones capaces de originar trastornos psicológicos en el individuo.
El material reprimido, puede perjudicar gravemente. Por ello el aspirante debe esforzarse por trascender los deseos y no por reprimirlos.
Hay una gran diferencia entre reprimir y trascender.
El Ideal debe ser tan poderoso para el aspirante, despertar de tal forma su interés y atención, que todo lo demás pierda importancia, quede relegado a un segundo plano.
Esto es difícil de comprender. Es como cuando uno ama con todo nuestro ser a una persona; el resto de las personas quedan entonces en cierto modo eclipsadas. Así debemos amar a nuestro ideal, con todo nuestro ser.
La finalidad es la transformación de uno mismo, la realización del Yo, sea a través de uno u otro yoga y entonces la belleza interior aparece en todo su esplendor y en todas partes y en todos los seres.
Cómo sublimar sin reprimir?
Cuando el Ideal es muy fuerte, todo lo demás queda postergado sin esfuerzo alguno, sin represión.
Se consigue un desprendimiento natural y espontáneo. La represión es inútil; pero la sublimación es muy favorable.
La práctica del yoga intensifica el autocontrol.
Observando Yama y Niyama aumentamos considerablemente el control sobre nosotros mismos. Lo importante es lograr el control sobre el deseo, que nos permite encontrar la llave de la verdadera existencia y dominar nuestros sentidos.
La mente es una máquina que no hace más que pensar y pensar y por eso es necesario controlarla.
Los grandes yoguis son aquellos que consiguen un estrecho control sobre sus pensamientos y pueden pensar en la dirección que deseen.
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