Prácticas
Viajo de un lado a otro en distintos días y horarios. Si no presto atención puedo estar en el lugar equivocado en el horario inadecuado.
Si no veo bien puedo tomar el colectivo que no me lleva a donde voy.
Por lo tanto, no es solo costumbre, sino, sobre todo, estar atento.
Con las prácticas pasa algo similar.
Por un lado sería bueno que sean una costumbre. Significaría que las hacemos siempre. Pero también es cuestión de prestar atención y eso implica varios aspectos.
No siempre nos damos cuenta de que estamos perdiendo una oportunidad de practicar, y a veces, nos damos cuenta pero no queremos hacerlo.
Hay prácticas que nos da el Gurú. Ahí no hay equivocación. Sabemos que nos indica y sabemos que son personales. Que no es lo mismo para unos, que para otros.
Leemos lo que dijeron los santos. Lo que indican como bueno para todos. Leemos los poemas de Swami Pareshanandaji. Cada línea, cada palabra es una enseñanza. A veces las prácticas están indicadas en los textos que leemos.
Pero además de estar atentos, además de estar dispuestos a practicar, hay que confiar. Confiar en que esas prácticas nos conducen por la ruta de la realización. Cuando todo está bien es fácil, pero cuando las cosas no están bien, confiar es tal vez la tarea más difícil.
Confiar no significa: “Todo está mal pero está bien”. Confiar significa saber que la práctica es el camino y la herramienta.
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