viernes, 14 de abril de 2017

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Tema de Reflexión: ” El Amor” - Norma Terzo - 12/04/2017
Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (13-14)
El amor
“Si yo hablo en lenguas de hombres y de ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un tambor que resuena o un platillo que hace ruido. Si comunico mensajes recibidos de Dios, y conozco todas las cosas secretas, y tengo toda clase de conocimientos, y tengo toda la fe necesaria para quitar los cerros de su lugar, pero no tengo amor, no soy nada. Si reparto todo lo que tengo, y si entrego hasta mi propio cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me sirve.
El que tiene amor, tiene paciencia; es bondadoso y no envidioso; no es presumido ni orgulloso. No es grosero ni egoísta; no se enoja ni es rencoroso. No se alegra del pecado de otros, sino de la verdad. Todo lo soporta con confianza, esperanza y paciencia. El amor nunca muere.....
Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como niño; pero cuando ya fui un hombre, dejé atrás las cosas de niño. De la misma manera, ahora vemos las cosas en una forma confusa, como reflejos borrosos en un espejo; pero entonces las veremos con toda claridad. Ahora solamente conozco en parte, pero entonces voy a conocer completamente, como Dios me conoce a mí. Así pues, la fe, la esperanza y el amor duran para siempre; pero el mayor de estos tres es el amor.”
 
Vemos el amor en todas partes de la naturaleza. Todo lo que en la sociedad es bueno, grande, sublime, es el resultado del amor, todo lo que en la sociedad es muy malo, más aún, diabólico, es el resultado de esta misma emoción del amor mal dirigida. La emoción es la misma, pero su manifestación es diferente en los distintos casos. Es el mismo sentimiento de amor, bien o mal dirigido, que impulsa a un hombre a hacer el bien y dar a los pobres, mientras que a otro le hace cortar el cuello a su semejantes y apoderarse de sus bienes. El primero ama al prójimo, tanto como el segundo se ama a sí mismo. Cuando nos podemos apartar, colocarnos como testigos, estudiantes, somos capaces de ver que hay millones de canales en los cuales Dios se está manifestando como amor; donde quiera haya cierta dicha, aún en la más sensual de las cosas, hay un chispa de esa Eterna dicha que es el Señor mismo. ¿Quién puede atraer el alma? Tan sólo Él. El Señor es el gran imán y nosotros las limaduras de hierro.  Swami  Vivekananda 

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