Charla 7/06/24
Está en todos nosotros el personaje externo o el Yo material. Estamos en la circunferencia lejos del centro. Es la relación con nuestra corporeidad y todo el mundo material. Este Yo es el que opera en la materia y el que está continuamente reaccionando. Es lo más exotérico nuestro. Es lo externo de lo externo.
Cree que elige. (El cuchillo no decide lo que tiene que cortar).
Este personaje tiene que ver con lo estrictamente corporal. Está a disposición de los estímulos externos.
Es activo. Actúa de manera mecánica.
2- Pegado a este está el Yo reactivo.
Ante cada vivencia inmediatamente está identificándose con algo que es propio de nuestros condicionamientos.
En la reacción hay un gusto, una movilización energética.
El tema es en qué lugar de mí mismo estoy viviendo mi vida.
Cuánto tiempo del día vivo gastando mi energía psíquica que es preciosa. Con qué quedo hipnotizado?
Cuando vivimos en el Yo reactivo la vida no es Real y nosotros no estamos presentes.
Lo que hay por debajo es la Persona Real.
Plotino dice que “ Hay que elevar lo divino que hay en nosotros a lo divino que hay en el universo”.
El observador es lo divino”.
Si el personaje dividido está iluminado por la conciencia de la Luz, deja de estar dividido y los pensamientos responden al corazón. Y entonces el personaje reactivo deja de serlo.
La esencia debe volverse activa y la personalidad pasiva.
La esencia es el núcleo de nuestro ser. Es lo esotérico en nosotros.
El personaje material es el que puede poner en marcha la transformación.
Cuando se habla del Reino de los cielos, es algo que el ser humano tiene que llevar a la realidad social, objetiva.
Es un estado interior.
En vez de ser pasivos y reactivos, ser activos desde nuestro corazón.
La vida es Real sólo cuando yo soy. Y gran parte del día no soy. Entonces la vida no es Real para nosotros. Entonces vivo en una ilusión.
Cuando uno es y siente que es, puede ejercer una emanación.
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