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La Santa Madre y la forma de Dios

Dijo la Santa Madre: “¿Qué más se obtiene por la realización de Dios? ¿A uno le crecen dos cuernos? No, la mente se vuelve pura, y por medio de una mente pura se alcanza el conocimiento y el despertar.

No confundas la mente con demasiadas preguntas. A uno le resulta difícil poner una sola cosa en práctica, pero se atreve a invitar la distracción llenando la mente con demasiadas cosas.”

Una de las cosas que Pravrajika Divyanandaprana dice en la conferencia sobre la Santa Madre (disponible en https://www.youtube.com/watch?v=uoKygxJRZ0U) es que sus expresiones son engañosamente simples. Y tiene razón. La Santa Madre es, en sí misma, en su mera encarnación, de una simplicidad solo aparente. 

Ya todos lo sabemos: una mujer de una sencillez asombrosa, que pasó su vida al servicio de Sri Ramakrishna y de su familia y de todos los seres a su alrededor (¡acuérdense si no de cuando va a desatar al ternero que llamaba a su madre!). Dice Pravrajika que en su vida está su mensaje porque demuestra lo más alto que el ser humano puede manifestar y a la vez, la naturaleza de la Divinidad.

Y sostiene que la Madre es Madre para hacerse próxima, cercana al corazón de todos. Ella, Ma Sarada misma, dice que es la madre de todos, del bueno y del malvado y lo es porque, de esa manera, no aleja a nadie. Incluso aquellos a los que ni su propia madre aceptaría. Ella es la prueba viviente de ese amor divino que, de otra forma, sería muy difícil experimentar, sino imposible.

Es de esa condición de madre de todos que habla, aconseja, reconviene. Como una madre, sin vueltas, tan sencillamente como vive, habla: “No te distraigas ni te vayas por las ramas”, diría cualquier madre. Ella dice más o menos lo mismo pero con la vista en la meta suprema: No confundan la mente con demasiadas preguntas. Concéntrense en Dios, no les van a salir cuernos por eso, al contrario, van a purificar la mente, a despertarla, van a hacerse conscientes.

Pero a no engañarse: no hay un átomo de superficialidad, de superfluo, ni de obvio en los dichos de la Madre. Las que nos propone son tareas que nos desafían pero a la vez, nos ponen en el camino de nuestra verdadera esencia, y las dice en el lenguaje más comprensible.

Y eso es lo que nos propone porque es Shakti, la energía vital de donde abreva toda vida. Sin ella, ni siquiera Brahman funciona. 

Dice Pravrajika: “Consideramos a la Santa Madre Sri Sarada Devi como la auténtica Shakti que vino en su forma. Y por eso tiene en sí un poder inmenso. Sri Ramakrishna le decía a su sobrino Hridai: “Si lastiman esto (por él mismo) serán hasta perdonados. Pero si lastiman el rayo que habita en Sri Sarada Devi, ni Brahma ni Vishnu los van a perdonar. Ni ellos los van a poder salvar”. 

Golap Ma y Yogin Ma, sus grandes compañeras, hablan en sus recuerdos de la Madre en samadhi y sin embargo, ella misma lo oculta: solo quiere mostrarse como una madre, porque vino con ese propósito y no el de mostrar su divinidad. 

Dice Swami Premananda, citado en el prólogo de Sri Sarada Devi, La Divina Shakti de Sri Ramakrishna, “[…]la Santa Madre ha ocultado todos sus poderes divinos. Ella barre, friega cacerolas, descascara arroz y hasta saca las sobras de la comida de los devotos, sin embargo, está casi en constante samadhi, ocultando toda clase de manifestación. […]Sri Ramakrishna aceptaba a la gente solo después de examinarla y ponerla a prueba. En cambio, ¿qué vemos en el caso de la Santa Madre? ¡Algo sorprendente! ¡Asombroso! Ella da refugio a todos y carga con los pecados de todos. Jai Ma! Jai Ma!”

Sí, viva la Santa Madre Sarada Devi, la Madre de todos, la forma que toma Dios cuando quiere hacérsenos verdaderamente entrañable.

- Lic. Cristina Viturro