miércoles, 5 de octubre de 2022

Artículos: CCV : AMAR A DIOS : Dra. Florencia Balestrini

 


AMAR A DIOS

Vivekananda enseñó los 4 Yogas: Gñana, Raja, karma y Bhakti yoga, pero de estos, para mi el Bhakti vendría a ser el Turiya de todos los yogas  porque es el que nace cuando se practican los otros 3, practicándolos el AMOR A DIOS toma cuerpo. El amor no puede practicarse, el amor nace de la comprensión, del servicio, de la integración o absorción.

Para empezar este análisis que propongo -bhakti como el Turiya de los Yogas-, debemos partir de la premisa de que Amor y Dios son sinónimos, una sola cosa, y que no es algo a alcanzar sino que es algo que se manifiesta espontáneamente, por sí solo, no es algo a conseguir o encontrar, sino que es un FLORECIMIENTO que sucede.

La vida comprende el nacimiento y la muerte, y entre estos dos puntos estamos nosotros, los seres vivos.

Ninguna injerencia tenemos en el nacimiento o en la muerte, ellos suceden más allá de nuestra voluntad, un día nos encontramos ya nacidos y con la muerte sucediendo cada día que pasa.

Durante ese lapso que transcurre entre el nacimiento y la muerte nosotros sí tenemos la posibilidad de elegir: o dejamos que la cárcel suceda y se intensifique o elegimos el camino de entender que somos AMOR, y llegar a vivir “ESO” que por eones de tiempo se ha llamado DIOS.

Han dicho los Maestros que ha nacido en vano aquel que teniendo un cuerpo humano no se empeña en “realizar” a Dios. Realizar: Entender, Comprender, Darse Cuenta.

Se dice que en una última instancia de entendimiento, en la mayor instancia de comprensión digamos, el AMOR no es un sentimiento o una atracción, sino que es la ESENCIA de SER, no está dirigido a otro ni hacia alguna dirección, ES UN ESTADO DE SER. Es lo que se vivencia cuando se transciende el ego.

Así la frase “AMAR A DIOS” se transforma en un indicativo, es una guía, es decir no nos está diciendo algo, más bien nos está mostrando algo,  sería, digamos, algo así como un SUTRA que condensa todo el camino espiritual, SUTRA que se debe penetrar, pues es la llave que nos lleva más allá de la mente.

Así como la palabra horizonte no es un objeto sino que nos muestra hasta donde llega nuestra mirada, y si uno buscara el horizonte en sí, como un objeto, lógicamente nunca lo va a encontrar, de la misma manera AMAR A DIOS no es una relación con un objeto, Dios no es un Objeto, Amar a Dios condensa toda la potencialidad del desarrollo espiritual, de la manifestación del SER.

El amor humano dirigido hacia un objeto lo que hace es darnos una pequeña muestra de lo que nosotros SOMOS CUANDO AMAMOS,  como nos aquietamos y silenciamos espontáneamente, CESA TODA BUSQUEDA, cuando amamos la mente se queda quieta, el amor nos trae PAZ y ALEGRIA.

El amor humano es solo una muestra, pues al ser un sentimiento que nace en la dualidad y va hacia afuera es finito, y decae indefectiblemente en las distintas formas del miedo y codicia. Cualquiera sea su objeto, si va hacia afuera decae.

En la frase AMAR A DIOS encontramos así una guía espiritual. La palabra AMAR nos indica al hermoso estado de Ser que conocemos nosotros como cuando AMAMOS, a través del cual experimentamos lo maravilloso de existir, y en la palabra DIOS nos indica la idea de lo ETERNO e INMUTABLE, entonces podemos decir que AMAR A DIOS nos está indicando algo más profundo, nos indica que la llave es que “ese ESTADO DE AMOR que conocemos SEA PERMANENTE”, y para que sea permanente no debe ser un sentir o un percibir hacia afuera, NOSOTROS DEBEMOS SER AMOR, la única forma para lograr la permanencia es que realizar que el AMOR es NUESTRO SER,  nuestra ESENCIA.

La palabra AMOR sabemos que implica en si misma ya una meditación espontanea, una cesación de pensamientos y palabras, implica en sí misma el servicio del Karma Yoga, cuando hay amor nos olvidamos de nosotros y nos entregamos, somos generosos, y cuando amamos hay INTEGRACION y vivenciamos la VERDAD, no es intelectual, no tiene que ver con un razonamiento, nosotros vivimos ese ESTADO DE SER PLENO, experimentamos LA INTEGRACIÓN, y eso es LA VERDAD – LA PLENITUD, LO COMPLETO.

Por eso AMAR A DIOS es el FLORECIMIENTO ESPIRITUAL, el estado mas elevado que puede manifestarse, y se constituye con el gñana, raja y karma yoga,  En el Bhagavad Gita  Krishna de manera indirecta también así lo manifiesta cuando a Arjuna, primero le enseña y transmite los 3 yogas mencionados y al final, solo al final, le transmite la DEVOCION Y ENTREGA. Y es que sin practicar los 3 anteriores no puede haber Entrega y la Entrega no es otra cosa que la trascendencia del ego. EL AMOR

AMAR es acción, uno es PRESENTE, uno ES SERVICIO, uno es PLENITUD, uno es EXPANSIVO, cesa la identificación o más bien hay una identificación con TODO, dejamos de ser el árbol y entendemos que somos el BOSQUE.

SIENDO AMOR, LA DIVINIDAD SE MANIFIESTA. Si este ESTADO deviene PERMANENTE ENTONCES ES DIOS MISMO ENCARNADO.

- Dra. Florencia Balestrini




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