domingo, 19 de septiembre de 2021

SEGUIR APRENDIENDO: Lic. Sandra Irene Carmona

 



Tenemos que reconocer nuestra propia angularidad en la 
apreciación de las cosas. Debemos tomar conciencia que todo 
lo que vivimos , aprendemos o descubrimos, es para ponerlo al 
servicio de la humanidad. Tenemos que buscar la trascendencia, 
pero cómo hacerlo? reconociendo nuestros puntos débiles 
para poder trascenderlos.
La unidad anhelada con lo divino se logra con lucha, dificultad, conflicto, discordancia y dedicación; reconociendo y respetando 
las propias limitaciones físicas.
Debemos honrar lo aprendido y no olvidarlo jamás. 
Vamos a comprender que "no podemos convertirnos en otra cosa 
más que lo que somos". La bellota sólo puede convertirse en roble, encina o alcornoque, el árbol de dónde proviene. Nunca será pino.
El diamante interno descubierto debe ser pulido con dedicación, perseverancia, trabajo, humildad y disciplina.
El pecado más grande es la acción no conectada con el alma, 
( inercia).
Tenemos que encontrar la manera de pulir este diamante en 
bruto que somos, ésto no ocurre sin esfuerzo y dedicación.
 Es a través de entender nuestras limitaciones y el dolor que 
acompaña el proceso que nos esforzamos por mejorar. 
Sin dolor parece que no es posible evolucionar.
 Acompañar este proceso con la aceptación de nuestras 
limitaciones humanas y mortales es doloroso y agotador, pero 
nos conducen hacia un proceso liberador.
Si recordamos la vida de la Santa Madre Sri Sarada Devi vemos 
en esta diosa la conjunción de dos diosas del Olimpo: Ceres
 ( La Madre) y Juno ( La Esposa), dos expresiones muy distintas 
de la psique femenina.
Se puede ser madre y esposa pero son dos roles diferentes. Son 
dos aspectos de lo femenino que raramente funcionan en armonía.
Si nos entregamos a la labor maternal, a menudo descuidamos el relacionarnos con nuestra pareja como lo hacíamos antes de ser madres. Por el contrario si el foco es la pareja , los hijos quedan 
sin la adecuada atención.
Gracias al ejemplo viviente de Sri Sarada Devi sabemos como ella atendía las necesidades de su consorte espiritual Sri Ramakrishna y como madre universal, tomando y aceptando a todos los que iban 
en búsqueda de su amor y cuidado, convirtiéndose 
automáticamente en sus hijos espirituales.
 Que capacidad de soportar, cuánta paciencia, compasión, 
humildad y  destreza en todos los ámbitos "ella nos legó 
especialmente a las mujeres".
Con su inspiración tenemos la posibilidad
 de encontrar una integración de estos dos aspectos de la psique femenina y por supuesto ésto no puede ocurrir sin la ayuda del 
otro componente de la pareja.
Que podamos realizar este viaje a la liberación de su mano 🙏








Lic. Sandra Irene Carmona

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