Vedanta Práctica- Swami Ritajananda
Los Upanishads nos incitan constantemente a que busquemos al Atman, a que Le conozcamos, ya que encontrarLe es despejar toda pena.
La enseñanza vedántica se puede resumir en dos frases:
- Brahmán es la única Realidad del Universo.
- El Atman es el alma de nuestro alma, la realidad de nuestra existencia y en nada se diferencia de Brahmán.
Cada uno de nosotros debe verificar esta hipótesis y según Vedanta, constituye el objetivo de nuestra vida.
El Katha Upanishad nos refiere la instrucción de Yama respecto a la Realidad última:
“El objetivo de Eso, expuesto en los Vedas, de Aquello por lo que se practica la austeridad, el hombre que deseando alcanzarlo practica continencia, Eso, en pocas palabras, es “Om”.
“OM” es simbolo de Brahmán, la Realidad última. Brahmán está en todos los Vedas. Cuando un hombre Le realiza, el Upanishad dice:
“Cuando el sabio ha descubierto que el grande, inmenso Atmán está en el cuerpo sin tener cuerpo, que reposa en los seres sin reposo, ya no
siente el sufrimiento".
“Cuando el sabio ha descubierto que el grande, inmenso Atmán está en el cuerpo sin tener cuerpo, que reposa en los seres sin reposo, ya no
siente el sufrimiento".
Pasaje tras pasaje nos incita a que busquemos al Atmán. Esta experiencia es increíble para nosotros en nuestra vida corriente, ya que habitualmente no somos conscientes en ella de nada más que del ego y la idea del pequeño yo.
Los Upanishad nos ayudan en nuestra búsqueda espiritual recurriendo a todo tipo de imágenes y descripciones de la vida, la felicidad, el amor, la riqueza y los objetos buscados. Nuestra felicidad parecería estar en ellos.
El amor nos da la alegría y la riqueza, la felicidad. Partiendo de esta forma de felicidad, los textos nos llevan a reconocer que todo en el mundo terrenal es finito, limitado, efímero. Y en verdad no puede haber alegría duradera en una cosa efímera.
El Chandogya Upanishad contiene magníficos fragmentos sobre este tema:
Los Upanishad nos ayudan en nuestra búsqueda espiritual recurriendo a todo tipo de imágenes y descripciones de la vida, la felicidad, el amor, la riqueza y los objetos buscados. Nuestra felicidad parecería estar en ellos.
El amor nos da la alegría y la riqueza, la felicidad. Partiendo de esta forma de felicidad, los textos nos llevan a reconocer que todo en el mundo terrenal es finito, limitado, efímero. Y en verdad no puede haber alegría duradera en una cosa efímera.
El Chandogya Upanishad contiene magníficos fragmentos sobre este tema:
"El Maestro Sanat Kumara le dijo a su discípulo Narada:
"Se debe desear comprender qué es la felicidad.
La felicidad es lo que es infinito. No hay felicidad en las cosas finitas. Sólo el Infinito es la felicidad. Lo Infinito es Aquello en lo que no se ve nada más, no se oye nada más, no se comprende nada más. Eso es iinfinito. Pero aquello en lo que se ve otra cosa, se oyen otras cosas, se comprenden otras cosas, es finito. Lo que es finito es mortal. Lo que es infinito es inmortal”
La felicidad es lo que es infinito. No hay felicidad en las cosas finitas. Sólo el Infinito es la felicidad. Lo Infinito es Aquello en lo que no se ve nada más, no se oye nada más, no se comprende nada más. Eso es iinfinito. Pero aquello en lo que se ve otra cosa, se oyen otras cosas, se comprenden otras cosas, es finito. Lo que es finito es mortal. Lo que es infinito es inmortal”
Esta es la descripción del infinito: Brahmán.
Está en todas partes. Es grande, eterno. Cuando un hombre realiza el Infinito no tiene nada más que buscar, que oír, que comprender.
Los sentidos perciben lo ilimitado. La consciencia de lo limitado ve la diversidad.
¿Qué se ve en el Infinito?
La realización del Infinito borra la idea de lo finito. Del mismo modo, el Upanishad hace la siguiente comparación:
Está en todas partes. Es grande, eterno. Cuando un hombre realiza el Infinito no tiene nada más que buscar, que oír, que comprender.
Los sentidos perciben lo ilimitado. La consciencia de lo limitado ve la diversidad.
¿Qué se ve en el Infinito?
La realización del Infinito borra la idea de lo finito. Del mismo modo, el Upanishad hace la siguiente comparación:
“Sin saberlo, caminas todos los días sobre un tesoro enterrado bajo
tus pies".
tus pies".
El Conocimiento supremo es este tesoro. Nos conduce a buscar la Beatitud infinita que se alcanza por la realización del Infinito: Brahman.
La experiencia de Brahmán no es comparable a una experiencia religiosa, que siempre implica la consciencia del yo que tiene la visión del Señor o de una forma divina.
En la experiencia vedántica no existe una dualidad de este tipo, pues la consciencia individual está inmersa en el Infinito como una gota de agua en un lago. No existe ya diferencia alguna de naturaleza.
La experiencia vedántica es muy íntima. El Yo brilla sin par, sin distinción entre el Conocimiento, el conocedor y lo conocido, sin división entre sujeto, objeto y acción.
El hombre de realización sabe que jamás ha sido esclavo. Para él, sujeto y objeto son uno solo.
La realización de Atmán-Brahmán es una experiencia intutuitiva.La experiencia de Brahmán no es comparable a una experiencia religiosa, que siempre implica la consciencia del yo que tiene la visión del Señor o de una forma divina.
En la experiencia vedántica no existe una dualidad de este tipo, pues la consciencia individual está inmersa en el Infinito como una gota de agua en un lago. No existe ya diferencia alguna de naturaleza.
La experiencia vedántica es muy íntima. El Yo brilla sin par, sin distinción entre el Conocimiento, el conocedor y lo conocido, sin división entre sujeto, objeto y acción.
El hombre de realización sabe que jamás ha sido esclavo. Para él, sujeto y objeto son uno solo.
En la vida corriente podemos pensar en un objeto, meditar sobre él, establecer una relación entre él y nosotros, pero permanecer separados de este modo. Por el contrario, la realización de Atmán-Brahmán es única. No existe otra. El Atmán es por si mismo Conocimiento y no aquello que es conocido por otro.
Entonces el Yo se integra en la Consciencia universal, en la cual no
hay resto de dualidad. Es lo Uno sin par, Unidad absoluta en la que se infunde la consciencia.
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