lunes, 17 de febrero de 2020

Artículo: Sri Ramakrishna transformador de caracteres, Editor Alejandro G.





Sri Ramakrishna transformador de caracteres:



En vísperas del aniversario de Sri Ramakrishna, me pareció interesante compartir una traducción de un episodio de la vida del Maestro que Mahapurush Maharaj contó en uno de sus viajes al sur de la India a los brahmacharis y sadhus del ya bien establecido Monasterio de Madrás en la Navidad de 1926. En este grupo de novicios y monjes se encontraba Swami Siddheswarananda, Gopal Maharaj, quien dirigía en aquel tiempo el monasterio fundado por Swami Ramakrishnananda. Años más tarde contará esta reminiscencia a los devotos del Ashrama de Francia, país al que fue destinado en 1937 y gracias a este generoso intercambio verbal, que es como se transmite en la mayoría de los casos la información en el mundo espiritual, llega el hecho a nosotros.
Este artículo formó parte de un volumen especial de la revista del Ashrama francés.
El relato nos muestra la Visión Universal, la Unidad de Visión Intensa de Sri Ramakrishna para con el otro y para con la realidad. El Maestro poseía una empatía colosal con el género humano y la totalidad de la creación en sí misma. Swami Shivananda fue testigo en muchas ocasiones de como esta Visión Única Intensa de Sri Ramakrisha era una herramienta prodigiosa en la transformación de caracteres. Disfrutemos de este relato en el que nos llegan de primera mano detalles invalorables de la vida Sri Gurumaharaj con la sabia exégesis que de ellos realiza un gigante espiritual como es Swami Shivananda.




                                      Sri Ramakrishna - Primer Templo de Chennai
Reminiscencia de Swami Shivananda
El 25 de diciembre de 1926 después de la celebración de Navidad en el Monasterio de Madrás, Swami Shivananda nos habla de Ramakrishna.
Nos cuenta un hecho bastante conocido, pero que solo adquiere su verdadero valor si se transmiten las palabras pronunciadas en ese momento por Ramakrishna.
Cuando Ramakrishna llegó a Dakshineswar, ocupaba en el templo el puesto de administrador alguien designado por Mathur Babu. Este hombre fue testigo de hechos de burla y escarnio de los que Ramakrishna fue objeto, en la época en la que era considerado por todos como un loco, incapaz de cumplir con los deberes de un sacerdote. El administrador se había dado cuenta también del gran respeto, las grandes atenciones que Mathur Babu mostraba hacia Ramakrishna cuando este último sufría físicamente por la dureza de sus experiencias espirituales. Más tarde con gran sorpresa de su parte, vio como a Dakshineswar acudía un gentío cada vez más numeroso a rendir respeto a los pies del Maestro y escuchar sus palabras. Y muchos de ellos de condición social elevada. Este hombre, que no tenía la menor noción de la vida espiritual, llegó a persuadirse de que Ramakrishna poseía ciertos poderes mágicos y que atraía, con estas artes, a todos los que venían a verle. Por ello fue a verle rogándole de pasarle el mantra maravilloso, la “fórmula” que le permitiría subyugar de esa manera los corazones. Le hace el pedido varias veces, le implora, le suplica. A cada uno de sus pedidos, Ramakrishna le respondía que no tenía ningún mantra de ese tipo, que era la Madre Divina quien atraía, a Dakshineswar a Sus propios devotos.
Pero el administrador no quedó en absoluto convencido y sus pedidos se hicieron más acuciantes. Al final, viendo sus esfuerzos inútiles y que no obtenía lo que ansiaba, perdió los nervios, injurió a Ramakrishna y le golpeó con violencia.
Ramakrishna no contó a nadie el mal trato que había sufrido.
Tiempo después, Mathur Babu constató ciertas irregularidades en la gestión del admistrador y lo despidió. Cuando Mathur se lo dijo, Ramakrishna le cuenta como este hombre, algunos años atrás le había golpeado. La historia consterna a Mathur Babu; con el corazón destrozado de que una cosa así hubiera podido ocurrir a su guru, exclamó: “¿Pero porqué no me lo dijo Baba? ¡Lo hubiera molido a palos y despedido en el acto!”
Ramakrishna respondió: “El hombre creía de verdad que yo poseía un poder. Traté por todos los medios de quitarle esta idea y no lo conseguí. Imaginó que yo conocía un mantra mágico y no conseguí disuadirlo.”
Comentando la anécdota, Swami Shivananda destacó que Ramakrishna, con estas palabras, daba a entender que solo él era el culpable: no había conseguido disipar el error del administrador, y no podía por ello culpar a éste último.
En la misma velada más tarde, cuando la ceremonia de Navidad concluyó, quede´solo con Swami Shivananda. Me habló en bengalí, con una profundidad de sentimiento que jamás olvidaré. Aún hoy recuerdo la expresión tan bella de su cara. Le pregunté:
“¿Cómo puede ser, Maharaj, que Sri Ramakrishna haya hablado de esta forma? Él que poseía el poder de transformar todas las cosas, no hubiese podido si hubiese querido sacar del error al administrador? Sabemos que le bastaba tocar a alguien para despertarlo a la vida espiritual. El día de kalpataru, por ejemplo, no se volvió semejante al árbol que concede todos los deseos? Usted nos ha dicho, el otro día, que usted mismo asistió a esta escena , desde el segundo piso de la casa de Cossipore. Nos gustaría entender bien la actitud de Sri Ramakrishna vis avis del administrador.
- Lo que ocurre es que pasaba por diferentes estados de espíritu, me respondió Swami Shivananda. Podía ser el guru que transformaba al discípulo, pero podía también, en otras ocasiones, considerarse como un devoto corriente, para quien el Señor toma diferentes formas: la un pobre, un ignorante, o incluso un malvado.”
Aquí ni siquiera es cuestión de perdón. El que perdona se coloca en una posición superior; y el que ha sido perdonado tiene el sentimiento de haber cometido una falta. ¿Pero es que hay algo más edificante y más original, que el comportamiento y las palabras de Ramakrishna tras el incidente del que hemos hablado? Vemos que sobrepasa incluso nuestra idea de humildad. ¿Cómo comportarnos con áquel a quien no podemos convencer? Aquí, la aptitud de Ramakrishna es el modelo más genial: no podemos conocer a una persona si no sabemos ponernos a su nivel, y esta capacidad de comprensión no es posible sin una intensa Unidad de visión. Intensa: es decir que permanezca estable y que no haya imprevisto que pueda sorprenderla. Una unidad artificial es efímera; pero aquel que esta establecido en la visión Única no se mueve a causa de una actitud agresiva, sabiendo que la calma de su mente no dejará de penetrar, a largo plazo, el corazón del hombre que acaba de amenazarlo.

Swami Shivananda concluyó diciendo: “Cuando el Maestro se encontraba en el estado mental de guru que transforma a su díscipulo, de repente tenía la singular capacidad de convertirse en “el otro”, y guardar al mismo tiempo, inalterables, su conciencia espiritual y su poder para transformarlo. Entonces, se producía, el milagro. Se podía decir que el poder divino brotaba de Ramakrishna, envolvía al discípulo y lo elevaba a un grado superior en la evolución humana. Se era testigo de la maravilla: la transformación de un carácter. Yo lo presencié a menudo”.

Sri Ramakrishna -Mahapurush Maharaj -Swami Siddheswarananda








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