Tema- Contentamiento y venganza
La profesora Leonor Vacum me obsequió un interesante libro: “Güiraldes Místico II, compilación de Ramachandra Gouda. Ramachandra era hijo adoptivo de Adelina del Carril, quien se había casado con el escritor argentino Ricardo Güiraldes, el autor del famoso texto“Don Segundo Sombra”, y de “Rosaura” “Poemas Místicos”, “Cuentos de muerte y sangre”, “Un idilio de estación”. El Ashrama de Ramakrishna en Argentina, ubicado en Bella Vista, propiedad donada por la devota Ninon Wolf de Kahn, obtuvo su personería jurídica en el año 1957 : Adelina fue entonces su primera presidente. Ella y su esposo Ricardo habían estado en Belur Math; eran devotos de Sri Ramakrishna, y Adelina fue, en la India, discípula de Swami Vijoyananda.
Transcribimos unas líneas del Yatra de Sri Ricardo (III)-
En “Apuntes para Gloria” aparecen varios personajes. El que nos interesa es uno identificado como R, que representa la fe en su fuerza inconsciente. Leemos: “Él es el hombre de fe en sí mismo, el que tiene una certitud en su fuerza, el que cree en su estrella, aún con cielo nublado. Es poeta de forma y de concepto pero el mundo no cree en él, y su amargura por la incomprensión y la tiranía de los que se empeñan en no hacerle lugar se troca en odio. Pobre sin capacidad para doblar la espina dorsal ante ningún fantoche consagrado, vive en guardia, agazapado en espera de la primera ocasión para dar libre expresión a sus garras…y cree firmemente en su capacidad de negar a todo, pero se siente enquistado por la imbecilidad circundante, como un cultivo maléfico” . El personaje no se contenta con tanto talento que la vida le dio; eso no le alcanza. No hay en el contentamiento. No está alegre ni satisfecho con eso, quiere venganza, que es la respuesta a una ofensa o daño causando otra ofensa.
Algunas religiones dicen sobre estos dos temas:
En Filipenses4/12-13, Nuevo Testamento de la Biblia cristiana “Sé estar humillado, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para hartura como para hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece “. En Mateo 6 después del Padre Nuestro: 14/ expresa: “Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.
En el Levítico 19/18 del Judaísmo leemos:”No te vengarás ni guardarás nunca a los hijos de tu pueblo, mas amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehova”.
En el Islamismo, Corán, Sutra 2 190/192 dice: “Combate en el camino de Dios a quienes te combaten, pero no seas el agresor. Dios no ama a los agresores…”
Veamos conceptos de la Santa Madre sobre estos dos temas:
“No hay mayor tesoro que el contentamiento y ninguna virtud igual a la fortaleza”. Ella sabía que el ser humano está sufriendo mucho dolor, por eso dijo: “ No tengas miedo. El nacimiento humano está lleno de sufrimiento, y uno tiene que soportar todo con paciencia, tomando el nombre de Dios. Ninguno, ni siquiera Dios en forma humana puede escapar de los sufrimientos del cuerpo y de la mente”. Sarada conocía esto porque pasó una vida de servicio, a veces a pesar de sus propias dolencias: servicio a sus padres, a sus hermanos que se celaban entre sí por obtener sus favores, a Thakur mismo, a su suegra, Chandra Devi, y a los discípulos monjes. Y más tarde, a sus propios discípulos que fueron tantos, “ como hormigas”, siempre aconsejando a los aspirantes espirituales a ser pacientes ante las dificultades y preocupaciones. Y lo pasaba limpiando, cocinando y atendiendo a las necesidades de todos. Después de la desaparición de Thakur, cumplió con las indicaciones que Él le diera. Le había dicho:
“Cuando yo ya no esté, vete a Kamarpukur. Vive allí de lo que consigas, aunque sea de mero arroz hervido y alguna hortaliza, y pasa tu tiempo repitiendo el nombre de Harí”. Así lo hizo. Cultivaba la tierra para obtener hortalizas. Esperando que crecieran comía arroz solo sin sal que ofrecía primero al Maestro. Vivía en soledad y pobreza y no aceptó el llamado de su madre de ir a vivir con ella. Todo lo soportó sin una queja.
Más tarde, cuando los discípulos de Sri Ramakrishna se enteraron de esa situación la llevaron a Kolikata. Su vida cambió después de un año. Entonces comenzaría de lleno a cumplir con su misión espiritual. Cuando Sri Ramakrishna iba a dejar Su cuerpo, llamó a la Madre y le dijo; “Dejo todo en tus manos. Esta vez tienes que trabajar; el mundo te necesita”.
Swami Vijoyananda aseguró que, lo mismo que las Encarnaciones Divinas, la Santa Madre tenía el poder de otorgar la salvación. Ella dijo: “ El Maestro (Sri Ramakrishna) consideraba a todas las criaturas como manifestaciones de la Divina Madre. Él me dejó para dar expresión a esa Maternidad”.
El Rdo. Sw. Pareshananda en Ramakrishna Vivekananda Vedanta escribe: “ La vida de la Santa Madre es un suave y dulce llamado de la Eterna Maternidad para hacernos conscientes de nuestro poder y pureza. Su amor a Dios y a los seres humanos, su conocimiento, infinita compasión y simpatía hacia todos, la convierte en una imagen viviente de esa Divina Maternidad”.
La devota vida de Sarada Devi, nuestra Madre universal, es una respuesta a lo que es el contentamiento que ignora la venganza. Tomemos ejemplo de Ella. Si lo hacemos habremos recorrido un paso más hacia el perfecto Amor que ya está en nuestro interior; Dios.
La profesora Leonor Vacum me obsequió un interesante libro: “Güiraldes Místico II, compilación de Ramachandra Gouda. Ramachandra era hijo adoptivo de Adelina del Carril, quien se había casado con el escritor argentino Ricardo Güiraldes, el autor del famoso texto“Don Segundo Sombra”, y de “Rosaura” “Poemas Místicos”, “Cuentos de muerte y sangre”, “Un idilio de estación”. El Ashrama de Ramakrishna en Argentina, ubicado en Bella Vista, propiedad donada por la devota Ninon Wolf de Kahn, obtuvo su personería jurídica en el año 1957 : Adelina fue entonces su primera presidente. Ella y su esposo Ricardo habían estado en Belur Math; eran devotos de Sri Ramakrishna, y Adelina fue, en la India, discípula de Swami Vijoyananda.
Transcribimos unas líneas del Yatra de Sri Ricardo (III)-
En “Apuntes para Gloria” aparecen varios personajes. El que nos interesa es uno identificado como R, que representa la fe en su fuerza inconsciente. Leemos: “Él es el hombre de fe en sí mismo, el que tiene una certitud en su fuerza, el que cree en su estrella, aún con cielo nublado. Es poeta de forma y de concepto pero el mundo no cree en él, y su amargura por la incomprensión y la tiranía de los que se empeñan en no hacerle lugar se troca en odio. Pobre sin capacidad para doblar la espina dorsal ante ningún fantoche consagrado, vive en guardia, agazapado en espera de la primera ocasión para dar libre expresión a sus garras…y cree firmemente en su capacidad de negar a todo, pero se siente enquistado por la imbecilidad circundante, como un cultivo maléfico” . El personaje no se contenta con tanto talento que la vida le dio; eso no le alcanza. No hay en el contentamiento. No está alegre ni satisfecho con eso, quiere venganza, que es la respuesta a una ofensa o daño causando otra ofensa.
Algunas religiones dicen sobre estos dos temas:
En Filipenses4/12-13, Nuevo Testamento de la Biblia cristiana “Sé estar humillado, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para hartura como para hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece “. En Mateo 6 después del Padre Nuestro: 14/ expresa: “Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.
En el Levítico 19/18 del Judaísmo leemos:”No te vengarás ni guardarás nunca a los hijos de tu pueblo, mas amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehova”.
En el Islamismo, Corán, Sutra 2 190/192 dice: “Combate en el camino de Dios a quienes te combaten, pero no seas el agresor. Dios no ama a los agresores…”
Veamos conceptos de la Santa Madre sobre estos dos temas:
“No hay mayor tesoro que el contentamiento y ninguna virtud igual a la fortaleza”. Ella sabía que el ser humano está sufriendo mucho dolor, por eso dijo: “ No tengas miedo. El nacimiento humano está lleno de sufrimiento, y uno tiene que soportar todo con paciencia, tomando el nombre de Dios. Ninguno, ni siquiera Dios en forma humana puede escapar de los sufrimientos del cuerpo y de la mente”. Sarada conocía esto porque pasó una vida de servicio, a veces a pesar de sus propias dolencias: servicio a sus padres, a sus hermanos que se celaban entre sí por obtener sus favores, a Thakur mismo, a su suegra, Chandra Devi, y a los discípulos monjes. Y más tarde, a sus propios discípulos que fueron tantos, “ como hormigas”, siempre aconsejando a los aspirantes espirituales a ser pacientes ante las dificultades y preocupaciones. Y lo pasaba limpiando, cocinando y atendiendo a las necesidades de todos. Después de la desaparición de Thakur, cumplió con las indicaciones que Él le diera. Le había dicho:
“Cuando yo ya no esté, vete a Kamarpukur. Vive allí de lo que consigas, aunque sea de mero arroz hervido y alguna hortaliza, y pasa tu tiempo repitiendo el nombre de Harí”. Así lo hizo. Cultivaba la tierra para obtener hortalizas. Esperando que crecieran comía arroz solo sin sal que ofrecía primero al Maestro. Vivía en soledad y pobreza y no aceptó el llamado de su madre de ir a vivir con ella. Todo lo soportó sin una queja.
Más tarde, cuando los discípulos de Sri Ramakrishna se enteraron de esa situación la llevaron a Kolikata. Su vida cambió después de un año. Entonces comenzaría de lleno a cumplir con su misión espiritual. Cuando Sri Ramakrishna iba a dejar Su cuerpo, llamó a la Madre y le dijo; “Dejo todo en tus manos. Esta vez tienes que trabajar; el mundo te necesita”.
Swami Vijoyananda aseguró que, lo mismo que las Encarnaciones Divinas, la Santa Madre tenía el poder de otorgar la salvación. Ella dijo: “ El Maestro (Sri Ramakrishna) consideraba a todas las criaturas como manifestaciones de la Divina Madre. Él me dejó para dar expresión a esa Maternidad”.
El Rdo. Sw. Pareshananda en Ramakrishna Vivekananda Vedanta escribe: “ La vida de la Santa Madre es un suave y dulce llamado de la Eterna Maternidad para hacernos conscientes de nuestro poder y pureza. Su amor a Dios y a los seres humanos, su conocimiento, infinita compasión y simpatía hacia todos, la convierte en una imagen viviente de esa Divina Maternidad”.
La devota vida de Sarada Devi, nuestra Madre universal, es una respuesta a lo que es el contentamiento que ignora la venganza. Tomemos ejemplo de Ella. Si lo hacemos habremos recorrido un paso más hacia el perfecto Amor que ya está en nuestro interior; Dios.
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