“UNA VOZ SIN FORMA”. Para el Aniversario del Nacimiento de Swami Vivekananda, Enero 2020.
“En Swami Vivekananda, los hechos de su vida son tan magníficos como su inmensa personalidad. El hombre, el Santo, el Profeta de un nuevo tiempo, que vivó en esta tierra sólo 39 años en su cuerpo físico, dejó más de 4000 páginas con sus conferencias, poesías, discursos y cartas, fundó una Orden Monástica y una Misión, renovando y revolucionando el mundo religioso y la espiritualidad de su época hasta nuestros días, tanto en Occidente como en India.
De hecho fue el primer Sannyasin en llegar a Occidente y trajo consigo, incansable, en cientos de discursos y conferencias, el mensaje del Yoga y el Vedanta universales. Inspiró con su vida y palabras, a grandes revolucionarios de su país y cuando en 1893 abrió su discurso en el Parlamento de Religiones de Chicago, Estados Unidos, con las palabras “Hermanas y Hermanos”, desató una oleada de renovada espiritualidad, integración y universalidad, que se espació por todo el mundo. Con la valentía que sólo un intelecto seguro en sí mismo y un corazón rebosante de amor pueden dar, realizó cientos de viajes alentando a mujeres y hombres de occidente con una espiritualidad amplia, tanto ritualista como advaitista, tan integradora y universal como su propio maestro. Al final de sus días corpóreos, el inmenso Swami Vivekananda sólo quería volver a ser el joven que jugaba en los jardines de Dakshineswar a los pies de su amado Gurú Ramakrishna. Por él recorrió océanos, montañas y selvas. Vivekananda tenía una voz encantadora, una sabiduría que se extendía por muy amplios territorios del conocimiento humano, y todo esto fue su preparación para poder ser el traductor de esa inspiración de características únicas, que encarnó Sri Ramakrishna. Fue el portavoz, puso sangre y vida a la obra de su maestro, hasta transformarse como él mismo dijo, en “una voz sin forma”.
Quien nació en Calcuta en una renombrada familia de abogados, cuyo nombre premonástico fuera Narendranath Datta, fue un hijo anunciado por las plegarias de su madre al señor Shiva. Dentro de nuestra orden lo consideramos la más reciente encarnación de esta poderosa energía de redención y sobre todo de renunciación. Porque el vasto mensaje de Vivekananda en el mundo, fue coronado por su inmenso ejemplo. Él, que siendo un intelecto gigante podría haberse destacado en la vida del mundo en todos y cualquier ámbito, se entregó como discípulo y mensajero de Sri Ramakrishna, traduciéndolo al mundo occidental y a su vez a su India natal, y gracias a la visión de ellos, hoy, aquí en Argentina, estamos estudiando Vedanta, estamos acercándonos a una sabiduría milenaria cuyas fronteras, antes estaban en las cuevas y en los monasterios de Oriente, cercadas para los occidentales. Asimismo en India, la revolución que desató no fue menor y es así, por la inmensa significancia de su vida y obra, que el natalicio de Swamiji se celebra como el día de la Juventud en toda India. Hacia los jóvenes de todos los países, credos y épocas, Vivekananda lanzó sus llamaradas de Amor, Renunciación, Coraje, Valentía y Despertar Espiritual. No sólo en las oraciones, en la filosofía o en la meditación, Vivekananda inauguró para la vida espiritual, la necesaria imbricación en la vida de los más necesitados a través de el acento puesto en la acción inegoísta, el karma yoga, e instituyó estos valores dentro de la Misión y la Orden Ramakrishna, uniendo así lo secular con lo religioso en un accionar humanitario que es base de toda su cosmovisión. Si hubo un revolucionario, ese ha sido Vivekananda. Todas y todos quienes llegamos a ser tocados en el alma por sus palabras hubiéramos deseado conocerlo, conversar con él, escuchar su melodiosa voz y seguramente, entregarnos a sus pies y a su obra. Nos toca conocerlo a través de quienes más lo han estudiado, quienes resguardan su legado, los monjes y monjas de Ramakrishna, y somos muy afortunados de poder ser tocados con su ejemplo.
Tanto él como su maestro y como Sri Sarada Devi, depositaria de toda la fuerza espiritual de este movimiento, fueron quienes abrieron las puertas nuevamente a las mujeres dentro del mundo espiritual en igualdad de condiciones, luego de siglos de menosprecio y separación. Vivekanandaji rompió, como el Señor Shiva, con todos los prejuicios y estructuras vetustas de su religión, filosofía y cultura, fue un ser humano que sobrepasó las propias limitaciones transformándose en inspiración para millones de personas y según quienes lo conocieron, su amor por la humanidad era, es y será ilimitado. Jesucristo fue otra de sus grandes inspiraciones y aunque se mostró ante el mundo como un sólido Gñañi, en su corazón, según su mismo maestro observó, él era un Devoto por amor, a los pies de Ramakrishna Gurú y de La Madre Kali.
Esta es la esencia de la vida de este gran sabio, quien no inventó ningún “ismo”, pero que dio una nueva definición de la Religión, una nueva interpretación y una ardorosa, fulgurante y radiante dosis de energía para el camino de los verdaderos aspirantes a la vida espiritual. La vida de este Profeta que es prácticamente contemporáneo a nosotros, que parece estar hablándonos desde cada frase, libro o memoria, que hace arder los corazones y nos dice que creamos en nosotros mismos y que no tengamos miedo, puede transformar la vida de toda persona sincera que busca el despertar. ¡Viva Swami Vivekananda!, por siempre Gracias.”
Prof. María Belén Luaces
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