miércoles, 22 de mayo de 2019

SEGUIR APRENDIENDO: Counselor Veronica Pomerane (18/5/2019)





DEL EVANGELIO DE SRI RAMAKRISHNA
TOMO 1

Los Vedas hablan de siete planos en los que mora la mente.
Cuando la mente está sumergida en la mundanalidad, mora en los tres planos inferiores: en el ombligo, el órgano de generación y el órgano de evacuación. En ese estado la mente pierde todas sus visiones más elevadas y sólo cavila en mujer y oro. El cuarto plano de la mente está en el corazón. Cuando la mente mora alli, uno tiene las primeras vislumbres de la conciencia espiritual; uno ve luz todo en derredor.
Tal persona, al percibir la divina luz, se vuelve muda de maravilla y dice:
“Ah! Que es esto, qué es esto”? Su mente no baja hacia los objetos del mundo.
El quinto plano de la mente está en la garganta. Cuando la mente llega a él, el aspirante se libera de toda ignorancia e ilusión. No goza de nada, sino hablando y oyendo acerca de Dios. Si la gente habla de cosas mundanas, al momento abandona el lugar.
El sexto plano está en la frente. Cuando la mente lo alcanza, el aspirante ve la forma de Dios dia y noche. Pero aun entonces queda un pequeño rastro de ego. A la vista de esa incomparable belleza de la forma de Dios uno se embriaga y se abalanza para tocarla y besarla.
Pero no lo logra. Es como la luz en el interior de una linterna. Uno siente como si pudiera tocar la luz, pero no puede a causa del vidrio.
"En lo más alto de la cabeza está el séptimo plano. Cuando la mente se eleva alli, uno entra en samadhi. Entonces el brahmagñani percibe directamente a Brahman. Pero en ese estado su cuerpo no dura muchos dias. Queda inconsciente del mundo exterior. Si se le vierte leche en la boca, se derrama hacia afuera. Morando en ese plano de conciencia, en veintiún dias abandona su cuerpo. Esta es la condición del brahmagñani. Pero vuestro camino es el de la devoción. Ese es un camino muy fácil.
A medida que la persona progresa hacia Dios, el despliegue exterior de su trabajo se torna menor y menor hasta el punto que ni siquiera puede cantar el nombre y las glorias de Dios. (A Shivanath): Mientras que tú no estabas en esta reunión, la gente hablaba la mar de ti y discutía tus virtudes. Pero tan pronto como llegaste todo se acabó. Ahora, sólo el verte vuelve felices a todos. Ahora la gente simplemente dice: “Ah! Aqui está Shivanath Babu”. Toda otra charla sobre ti ha concluido.
El Maestro cantó:
Sumérgete hondo, oh mente mía, en el océano
de la Belleza de Dios;
Si desciendes a las profundidades extremas,
allí hallarás la gema del Amor.
Ve, busca, oh mente mía, ve y busca a Vrindavan
en tu corazón.
Donde con Sus amorosas devotas
Sri Krishna juega eternamente.
Enciende, oh mente mía, enciende la lámpara brillante
de la verdadera sabiduría
y déjala arder con firme llama
honestamente dentro de tu corazón.

Quién timonea tu barca a través de la sólida tierra?
Es tu Gurú;
Medita en sus sagrados pies.

Habiendo alcanzado este raro nacimiento humano, la necesidad suprema es la de desarrollar amor por los Pies de Loto de Dios.

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