jueves, 21 de marzo de 2019

SEGUIR APRENDIENDO: Counselor Verónica Pomerane (2-3-19)




Cuál es el camino más simple para adquirir desapego por los deseos, objetos y ambiciones de este mundo?
Debemos comenzar por cultivar apego a los objetos más elevados que seamos capaces de concebir: Dios mismo.
Tomemos a grandes maestros espirituales, un Cristo, un Ramakrishna o un gran santo. Estos hombres vivieron realmente sobre esta tierra en forma humana.
Es fácil llegar a amarlos, desear ser como ellos, tratar de servirlos y esparcir su mensaje modelando nuestra vida de acuendo con su ejemplo.
Por medio de este servício y este amor, nos llegará naturalmente el desapego hacia los objetos mundanos y disminuirá nuestra atracción hacia ellos.
No significa que nos volveremos indiferentes hacia nuestro prójimo o hacia nuestros propios deberes, sino que nuestro amor por otros estará incluido en nuestro amor por nuestro Ideal; nuestros sentimientos dejarán de ser exclusivos y posesivos y nuestro trabajo, realizado ahora como un servicio a ese Ideal, tendrá un nuevo significado y lo cumpliremos con mayor entusiasmo.
Por medio de la devoción a este Ideal y la meditación sobre su vida, alcanzaremos de modo gradual, primero, la compresión del espiritu dentro del hombre: y luego pasaremos del nivel del fenómeno denso al sutil o sea al nivel espiritual. Ya no admiraremos a Cristo o a Ramakrishna como seres humanos dentro del tiempo, sino que los adoraremos como Seres eternos, espirituales. Conoceremos su aspecto divino.
Debemos cultivar en nosotros, el poder de concentración y quitar los obstáculos para la Iluminación, que son la causa de todos nuestros sufrimientos.
Estos obstáculos son: ignorancia, egoísmo, apego, aversión y el deseo de aferrarse a la vida.
La ignorancia crea todos los otros obstáculos.
Austeridad, estudio y dedicación de los frutos de nuestro trabajo a Dios son pasos preliminares hacia ese poder de concentración que hace posible el estado de perfecta unión o yoga. Estos pasos preliminares tienen también otro valor importante: son los medios para quitar los obstáculos para la concentración e iluminación que existen dentro de nuestra mente.
La palabra 'obstáculo' es digna de atención dado que la interpretación Hindú difiere de la Cristiana.
Cuando un Cristiano habla de pecado' se refiere, por lo general, a un acto de desobediencia o ingratitud hacia Dios.
Por 'Dios' él quiere significar Dios el Padre, la Realidad tal como aparece dentro de tiempo y espacio. Es el aspecto de Origen y Creador del universo, a quién los hindúes llaman Ishwara.
Cuando Patanjali habla de 'obstáculo' se refiere más bien al polvo de ignorancia que se levanta, oscureciendo la luz del Atman en nuestro interior.
Es decir, el pensamiento Cristiano pone énfasis en la ofensa contra Ishwara, quién no es otro que nosotros mismos-, mientras que el pensamiento hindú pone énfasis en la ofensa contra nuestra propia naturaleza, que es el Atman.
Descendemos a la más baja condición del egoismo identificándonos con nuestras propias debilidades y sintiendo que no tenemos escapatoria. Nos revolcamos en el lodo de la culpa, olvidando nuestra divina naturaleza y nuestro deber de luchar hacia el auto-conocimiento.
Patanjali nos insta:


“ No permanezcas bajo los obstáculos y te lamentes a ti mismo, ponte a trabajar para quitarlos”.

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