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Las acciones están compuestas tanto de bien como de mal, siendo siempre todas ellas una combinación de ambas. Dice Swami Vivekananda en “Vedanta: Voz de la libertad”: “La concepción dualista de que bueno o malo son dos entidades separadas y de que ambas continúan por toda la eternidad, es absurda. Estas son las diversas
manifestaciones del mismo y único hecho, en un momento apareciendo como malo y en otro momento como bueno. La diferencia no es de tipo sino de grado. Ellas difieren una de la otra en el grado de intensidad.”
En el Karma Yoga, Vivekananda explica que así como las malas tendencias y acciones deben ser reemplazadas por las buenas, hasta su conquista total, las buenas tendencias también deben ser conquistadas, actuando, pero de una manera “desligada”, no permitiendo que las acciones produzcan impresiones en la mente. Nos exhorta a ser desapegados, dice “no os liguéis, la ligadura es terrible”. Y continúa diciendo en Voz de la libertad: “Este es un mundo de bien y mal. Donde sea que haya bien, habrá mal, pero, más allá y detrás de todas esas manifestaciones, todas esas contradicciones, Vedanta descubre esa Unidad. Esta dice: “Renuncia al mal y renuncia al bien”, que queda entonces? Detrás del bien y del mal hay algo que es tuyo, el verdadero “tu” (…) y esto es aquello que se está manifestando a sí mismo como bien y como mal.” Es decir, en palabras de Swami Adbhutananda “El bien y el mal no tienen realidad absoluta alguna. Ellos… existen mientras el hombre crea que el mismo es el hacedor de las acciones.” En coincidencia con estos pensamientos, Swami Ramakrishnananda dice que es imposible suprimir sólo al bien o al mal. “Por tanto tendremos que suprimir los dos, esto es, tendremos que suprimir nuestra mente ignorante. (…) Este es el modo de ver del Vedanta.”
- María Laura Caballero 7-4- 17
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