Profesora Julia Santos:
En un tiempo marcado por la proliferación de los “ismos” contrapuestos (teísmo, ateísmo, idealismo, materialismo, fundamentalismo...) el mensaje del Vedanta, encarnado en Sri Ramakrishna, muestra una salida que permite resolver las contradicciones no por la eliminación del contrario sino por medio de proponer un plano en el que tal oposición se difumina: los opuestos no son más que aspectos de una misma y única realidad.
La mente humana crea conceptos para entender esa realidad; pero luego –sorprendentemente- olvida que ellos son su propia invención, tomándolos en consecuencia como la realidad misma. Así, vemos la realidad en función de la diferencia.
La propuesta espiritual implica un desafío: abandonar nuestros prejuicios, nuestras maneras de pensar y hasta nuestra idea de lo que somos para desde allí trascender los condicionamientos; es así que puede llegarse a la vía de la síntesis, de la unificación.
Congruentemente, la invitación se hace a todos, no importa el “ismo” en el que se encuadren. Si se avanza en el camino, progresivamente veremos que todos –de una u otra manera- estamos en el mismo: el de la Humanidad.
En un tiempo marcado por la proliferación de los “ismos” contrapuestos (teísmo, ateísmo, idealismo, materialismo, fundamentalismo...) el mensaje del Vedanta, encarnado en Sri Ramakrishna, muestra una salida que permite resolver las contradicciones no por la eliminación del contrario sino por medio de proponer un plano en el que tal oposición se difumina: los opuestos no son más que aspectos de una misma y única realidad.
La mente humana crea conceptos para entender esa realidad; pero luego –sorprendentemente- olvida que ellos son su propia invención, tomándolos en consecuencia como la realidad misma. Así, vemos la realidad en función de la diferencia.
La propuesta espiritual implica un desafío: abandonar nuestros prejuicios, nuestras maneras de pensar y hasta nuestra idea de lo que somos para desde allí trascender los condicionamientos; es así que puede llegarse a la vía de la síntesis, de la unificación.
Congruentemente, la invitación se hace a todos, no importa el “ismo” en el que se encuadren. Si se avanza en el camino, progresivamente veremos que todos –de una u otra manera- estamos en el mismo: el de la Humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa su opinión: