Swami Sarvapriyananda
Charla 21/11/25
Hay una divinidad subyacente que es la realidad última, que debe ser descubierta. Cubierta, descubierta (uncovered).
Toda esta idea de "jagat mithya" (el mundo es una apariencia), esto debe entenderse correctamente. No significa, "descarta esto". Aquí mismo está la divinidad.
Swami Vivekananda dice poderosamente: "aquel que se sumerge de cabeza en los lujos necios de este mundo ha perdido el camino. Aquel que huye de este mundo para meditar y morir en una cueva del Himalaya, y que desprecia al mundo, ha perdido el camino". Ambos han perdido el camino. Si te aferras a esta realidad, has perdido el camino. Si sueltas esto y te vas corriendo a otro lugar tratando de encontrar a un Dios en otro lugar, has perdido el camino. O tomas el mundo o renuncias a él”.
Pero existe la tercera opción. Swami Vivekananda dice: "Encuentra a Dios aquí". Aquí mismo dondequiera que estés, con quienquiera que estés, aquí mismo puedes encontrar a Dios. Porque Dios está aquí.
Supongamos que hay elementos hechos de oro. Hay muchas pequeñas historias que usan los monjes en los Himalayas para ilustrar este punto. Una es la historia de un joyero. Tiene un hijo pequeño, y el joyero guardaba todos sus materiales y adornos bajo llave en una caja fuerte. Una día le dice a su hijo: "Hijo mío, ve a la caja fuerte, aquí tienes la llave, ábrela y trae algo de oro. Tengo que usarlo en mi trabajo". Y el niño corre, abre la caja fuerte regresa y dice a su padre: "No hay oro". Y así se repite varias veces: "¿Qué? Sí hay. Ve y mira bien". Vuelve y dice: "No, no hay oro". " Entonces que encontraste?". “Hay collares y pulseras y tiaras, pero no hay oro". El padre le dice: "Mira, lo que crees que es un collar, una pulsera, una tiara, es en realidad oro. Así que trae cualquiera de esas cosas, que servirá".
El niño pensó que había una realidad llamada "oro" que su padre quería que buscara, y ahí estaban esas cosas que no lo eran, "esto es, por supuesto, un collar, una pulsera, no puede ser oro. El oro debe ser algo aparte de esto".
Tomar el collar mismo como oro no, porque en el momento en que el collar se derrita y se convierta en una pulsera, pensarás que el oro se ha ido”.
La otra historia, la del hombre que va a una casa de empeños, un hombre de negocios que ha caído en tiempos difíciles, y le da su imagen de Ganesha al dueño de la casa de empeños y le dice: "Dame algo de dinero". El dueño de la casa de empeños pesa la imagen y dice: "Esta es la tarifa a la que te daré dinero por la imagen de Ganesha".
Ganesha viene con su montura, que es el ratón. Todas las deidades tienen sus propios vehículos. Durga tiene un vehículo mucho más glamoroso, el león o tigre, Ganesha tiene un ratón. Y el hombre de negocios le dice al dueño de la casa de empeños: "Bueno, este es el dinero por Ganesha. ¿Cuánto por el ratón?". Y el dueño de la tienda dice: "Es la misma tarifa. Tómalo o déjalo, es la misma tarifa". El hombre de negocios se indigna y dice: "¿No tienes religión? ¿Dar la misma tarifa por Ganesha que por un ratón? ¡Es vergonzoso!". Y el tendero le dijo con una sonrisa: "Señor, mire, para usted puede ser Ganesha, o puede ser un ratón. Para mí, es oro. Lo peso y lo trato en consecuencia".
“Ver a Dios en todo". Swami Vivekananda dice poderosamente.
Entonces, ¿qué pasa con la renunciación? ¿Tienes que renunciar a tu esposo, a tu esposa, a tus hijos para volverte espiritual? No. Él dice: "Encuentra a Dios en el esposo, en la esposa, en los hijos".
Hay una antigua tradición en la India de nombrar a los niños, dándoles nombres de dioses y diosas.
Ese era el propósito original, recordar que es una divinidad justo ahí.
Encuentra a Dios en cada persona, con la gente con la que estás trabajando, en lo vivo y en lo no vivo, en el medio ambiente. No es imaginación. El Vedanta dice que es esa única realidad, Sat-Chit-Ananda (Existencia-Conciencia-Dicha), con nombres y formas, la que aparece como este mundo ante nosotros.
Qué pasa con la renunciación? En la vieja enseñanza: "Renuncia al mundo si quieres a Dios". Sin embargo hay un significado más profundo para la renunciación. La renunciación más alta, es ver a Dios en todo. Eso mismo es renunciación.

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