Charla 4/04/25
Los enemigos de la mente
Swami Vijoyananda
Por lo común dividimos nuestra entidad en tres partes: cuerpo, mente y alma. Todo cuanto actualmente conocemos del alma lo hemos aprendido por medio de libros, por medio de la experiencia ajena o imaginación. Así,nuestro conocimiento de ella es indirecto y muy superficial; no proviene de nuestra realización. Usamos en todo momento la palabra "alma" pero lo que en realidad significamos con ella es sólo un aspecto elevado de nuestra mente. Pocas veces logramos desidentificarnos de nuestros cuerpos físico y mental para llegar a conocer algo que está más allá de ambos. Es nuestra mente quien recibe impresiones, quien las guía y cataloga, quien determina nuestras vidas y causa nuestra felicidad o desdicha. El cuerpo físico: es tan sólo un vehículo a merced de la mente y tiranizado por ésta.
Para el hombre común el hombre que carece de aspiraciones elevadas, el hombre que casi siempre vive en el plano físico, para este tipo de hombre la mente es tan sólo una función de su cerebro.
Los modernos metafísicos, han separado el estudio de la mente del campo religioso. Los filósofos de esta clase tienen de la religión una idea preconcebida; dicen que sólo es un montón de dogmas y doctrinas.
Pero como bien sabes, querido mío, mi punto de vista es muy distinto; para mí la religión es la vida entera, es la lucha por la existencia, es el deseo invencible de vivir aunque me vea rodeado de muertos y moribundos; para mí la religión se manifiesta como pureza, una pureza que se empeña en permanecer aunque yo sólo contemple impurezas en mi derredor; para mí la religión es amor, amor puro, amor que diluye al sujeto en el objeto y en el cual dejan de existir el tiempo y el espacio; en resumen, la religión es mi pasado, mi presente, mi futuro y la base sobre la cual actúan estas ideas.
Pero he descubierto que necesito conocer muy a fondo mi mente para comprender y luego practicar todas estas ideas divergentes acerca de la religión. Así pues, para ser verdaderamente religioso o filósofo mi primer y principal estudio debe ser mi mente.
El primer indicio de nuestra existencia como ser distinto de todos los demás, surge en nosotros cuando nos volvemos capaces de detener la mente. Antes de tomar una determinación cualquiera, antes de ejercer nuestra voluntad, detenemos el movimiento de la mente.
Resulta curioso que sólo podamos conocer el movimiento, que sólo podamos comprender que estamos moviéndonos, deteniendo el movimiento. Entenderás tu naturaleza dinámica cuando hayas alcanzado el estado estático.
El secreto de detener la mente y descubrir su propia naturaleza, es el objetivo y la finalidad de la vida, y por último su verdadero YO.
Esta pausa constituye el factor más importante de nuestra vida; es nuestra voluntad, es nuestra inteligencia, es el heraldo de nuestro ego superior y el primer indicio de nuestro Ser. El hombre sin pausa es tan sólo una máquina, y lo mismo que una máquina requiere un mecánico este tipo de hombre necesita constantemente alguien que lo maneje.
Pueden ser buenos los consejos pero somos nosotros quienes debemos llevarlos a la práctica y para eso necesitamos detener el órgano receptor y tomar una decisión. Cuando despierte de su largo sueño la facultad determinativa, recién entonces comprenderemos.
Pero mientras vivamos una vida de continuo movimiento, una vida de mendigos desamparados, las buenas cualidades de esos amigos nuestros pasarán desapercibidas para nosotros y seguiremos eternamente pidiendo ayuda.
"Ten fe en ti mismo". Para eso necesitas hacer una pausa.
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