Amor divino y desarrollo espiritual
Conferencia de Swami Pareshananda
en Programas de la Fraternidad RA-SA-VI; Grupo Sri Ramakrishna (Mar del Plata): Zoom 26.10.23 (transcripción y edición: Leonor Bakún)
Vimos que el bendito Señor Jesús dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” Yo estaba pensando que el Señor Jesús es la Divinidad misma, una Encarnación, un Avatara como Krishna, como Rama, como Buda, como Thakur Ramakrishna, entonces ¿cuál es el estado de su mente, su interior, su ser? En ese lugar, Él está totalmente integrado con la Divinidad en lo Absoluto. En este punto debemos recordar bien que Nárada nos está indicando a todos nosotros adónde debemos llegar.
En el aforismo 67 dice: “Los devotos que aman solo a Dios por el amor mismo, son los primeros.” Aquí también tenemos categorías. Si se quiere realmente ser un devoto o devota de la Divinidad, se debe realizar una integración total en el amor, con su amor. Entonces esto es, primera clase. Nada fácil. Es un estado muy elevado, un estado de amor que se transformó en el amor mismo. El practicante de bhakti yoga en ese estado se transformó en el amor mismo. El amor es la conciencia divina y esa conciencia divina es existencia, conciencia y la dicha, sat-chid-ananda.
Ahora, con el progreso de la ciencia tenemos inteligencia artificial y también estamos realizando zooms. Esto es muy común, en el mundo estamos llegando los devotos unos a otros, así que lo que estamos haciendo es muy bueno. Estamos aquí, por lo menos una hora, algún tiempo, sólo pensando en la Divinidad. Por supuesto, nosotros, seres humanos de una manera humana, pero de primera clase.
Podemos ver cómo se comporta este devoto y al mismo tiempo observar nuestra situación. Y muy importante, debemos seguir adelante. En el aforismo 68 Nárada dice: “Mientras tales devotos conversan mutuamente sobre Dios, con las voces cortadas por la emoción, los vellos erizados y lágrimas en sus ojos, ellos purifican a sus familias y al mundo”.
Esto es muy elevado. Es bhava, hay una intensificación del espíritu de devoción, la persona no puede hablar. Eso, los vellos erizados, las lágrimas en los ojos indican que uno tiene, un poquito, ese espíritu de devoción. Vale mucho practicar ese tipo de devoción, tener en su propia vida ese espíritu de devoción, ser ese tipo de practicante. Esta es una situación ideal. Nosotros, poquito a poquito debemos progresar. En realidad, es algo que tenemos en nuestro propio interior, el tema es manifestar la devoción.
Profesora Leonor Bakún
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa su opinión: