miércoles, 27 de septiembre de 2023

Artículos : CCV : Profesora Leonor Bakún : El servicio como práctica espiritual

 







El servicio como práctica espiritual                   

Leonor Bakún

A veces, imagino el mundo como un tejido cuyos hilos, de infinitos colores y texturas, se entrecruzan con mayor o menor fortuna en cuanto al resultado.

Hay partes del tejido en que la trama es sólida y los cruces entre los hilos casi no se divisan. En otras partes, algunos hilos se recortan sobre otros, por distintas razones, como su brillo o su color entre otras. Finalmente, hay algunas partes, no muchas, donde casi no hay urdimbre porque los hilos de esa zona se cruzan nada o acaso muy poco. Así, en las zonas donde estas pequeñas figuras casi no se conocen y cada una se dedica a lo suyo, los hilos no se cruzan y quedan enormes agujeros en el tejido, formando un tramado que a ellos les resulta difícil sostener.

También existen figuras que se destacan de las otras por distintas razones y a ellos les place la situación. Se mueven de modo que la distancia se mantenga y procuran resaltar en el tramado a pesar de que les resulta dificultoso y esforzado tejer de esa manera.

Pero hay un grupo que descubrió ya hace un tiempo atrás que es más fácil cuando se trabaja sin hacer distinciones, cuando se actúa con respeto por uno mismo y por los demás porque entonces la vida se torna más fácil y armoniosa. De ese modo procuran realizar su tarea tratando de no quedar atrapados en las formas, de ir más allá de las diferencias. Buscan la unidad en la diversidad y su tejido resulta ser una trama uniforme, cálida y confortante. 

Ese grupo descubrió el sentido del servicio como práctica espiritual. Sabe que el servicio tiene algunas características que permiten, en su ejercicio, tomar conciencia de la unidad y también descubrir si ponemos en práctica aquello en lo que decimos creer. Porque todos sabemos que el ser mora en todas las cosas, lo que no siempre pensamos es que al rechazar algo estamos rechazando al ser. Sin embargo, ¿Resulta posible no rechazar algo?

El primer mandamiento es amar al prójimo como a uno mismo. Si lo analizamos, amar es ir más allá de las diferencias que tanto sufrimiento acarrean. Una práctica espiritual para lograr el amor es el servicio, lo que implica tener presente continuamente que el otro y uno somos Él. Tenemos el ejemplo del Gurú, no necesitamos imaginar, sólo contemplar y recordar la sonrisa,  el oído atento, la palabra oportuna.

Pero… somos como somos y con algunas personas recordamos más fácilmente que todo, inclusive el otro es Dios y con otras personas ni siquiera recordamos como era ese asunto de la unidad.

Y eso es lo difícil y lo bueno del servicio como práctica espiritual, porque nos obliga a repensar la situación, hasta que alguna vez tomemos conciencia, nos demos cuenta de que lo que es bueno es servir a Dios en el hombre.

Estoy convencida de que el servicio Dios lo pone cerca de las personas, al lado, encima, nunca lejos, aunque a veces pasa la vida sin que lo veamos y creo que parte de la práctica espiritual es reconocer esa tarea y poner manos a la obra, sin especular ni pensar en el beneficio de la acción. Hacerlo solo porque es para Dios y nada más.

De ese modo es posible atisbar la unidad, porque implica ver al otro y a uno como Dios.

Entonces, la tela que se obtiene es la del amor, el punto es parejo y las diferencias se eliminan.

- Profesora Leonor Bakún



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