Reflexión sobre La humanidad despierta del Rvdo. Padre Swami Pareshanandaji Maharaj
Un posible recorrido
Leonor Bakún
El autor en sus poesías ya señala una ruta. El punto de partida puede ser diferente pero a medida que se la transite el punto de llegada, si se tienen en cuenta las indicaciones, será común. El tema en cuestión es saber leer el mapa, lo cual no es precisamente poca cosa. Leyendo el texto y otro muy profundo que publicó hace unos días: Despertar espiritual de la feminidad, encontré que hay un posible recorrido señalado en ambos textos.
El autor está alumbrando, actualizando para nosotros ideas, conceptos, que los fundadores de la Orden ya pregonaban. Swami Vivekananda puntualizó la importancia de la mujer en el mundo. Swami Pareshananda nos muestra un camino que permite atisbar una luz de esperanza. Dice, para lograrlo: “Hay que aprender a vivir, nueva, nuevamente, a vivir.” Y remarca: “Cantar, alabar, continuar y llenar el mundo mío con la gloria divina.”
En Despertar espiritual de la feminidad, en el Capítulo 1, La Excelsa Feminidad, en el poema 4, dice:
“Revalorizar a la mujer es esencial y urgente
Para crear la armonía y equilibrio globalmente.”
Ya, al llegar al Capítulo 3, Los seres humanos, en el poema 21 encontramos que:
“Entre toda mujer y todo varón
la verdad es que no hay mucha división.
<...>
¡Que acabe ya toda equivocación!
¡Que cese ya toda confusión!
¡Que termine ya toda división!
¡Que surja la verdadera integración!”
Y para aclarar aún más la necesidad de que haya una ‘verdadera integración’ en La humanidad despierta, en el Capítulo 1, poema 16 dirá:
¡Hermanas y hermanos!
Lo más importante es entender
que hay un todo bondadoso Dios.
¡Todos somos Sus hijos!
¡Hermanas y hermanos!
Aquí realmente existe
un todo glorioso Dios
que mora en todos,
que ya está en todos.
¡Hermanas y hermanos!
Para sentir Su presencia
solo necesitan manifestar
amor y simpatía.
¡Hermanas y hermanos!
Manifestar amor y simpatía, reconocer al otro como mi hermano nos permitirá llegar a “una verdadera integración”.
Gracias Reverendo Padre Swami Pareshanandaji Maharaj
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