lunes, 28 de septiembre de 2020

SEGUIR APRENDIENDO: Profesora Leonor Bakún: SONIDO





Sonido

La física describe la aparición del mundo del siguiente modo:

Hace quince mil millones de años todo lo que contiene el gran universo estaba reunido en una “singularidad” microcósmica, de una pequeñez inimaginable. Apenas una chispa en el vacío. La física moderna nos dice que el universo nació a partir de una gigantesca explosión que provocó la expansión de la materia observable en la actualidad. La historia comienza en el momento preciso en que el universo entero tenía el tamaño de una cabeza de alfiler.

Así, luego de un arduo trabajo, la ciencia confirma, en realidad, algo que ya explicaba el sistema filosófico hindú miles de años antes. En efecto, los hindúes explican el universo a partir del spanda (o estallido primero) del bindu, partícula pequeñísima de energía primordial en la que está contenido el universo.

Hay coincidencia en los textos sagrados en que el sonido fue el gran creador, el Om, el Verbo son algunos de sus nombres. Coinciden en que, en el principio fue el sonido.

Jhon Wheeler. físico conocido, dijo al respecto: “Todo lo que conocemos encuentra su origen en un océano infinito de energía que tiene la apariencia de la nada.” Todo es energía en movimiento. La energía debe circular. La energía, como el dinero, como la sangre, debe circular. Cuando se detiene en un sitio, ahí enferma. Hay contracción.

En enero de 1997, Shivamai dijo: “el hombre está tan contraído que sólo puede hacer un cambio interno a través del sonido.” Dijo que la única forma de revertir esta atmósfera que nos comprime es a través del sonido. Ella dijo, hablando de la relación energía-sonido:

“Cuida tu energía,

cuida tus palabras,

desarrolla la paciencia,

haz todo con mucho amor

y no permitas que

nada ni nadie

te tuerza el rumbo.”

Cuando hacemos japa, cuando recitamos textos escritos por un ser santo se produce dentro de nuestro ser una vibración armoniosa en nuestro sistema corporal y psicológico. Estamos creando una vibración que no nos irrita, que no nos agita, que apaga toda ansiedad.

El canto o la expresión de una palabra, cualquiera sea, produce una vibración en nosotros. Tenemos una vibración que al producirse genera un sentimiento en nosotros. No son simples palabras, son vibraciones que están comunicando a todo nuestro ser, por medio de esas palabras, una cierta vibración.

Hay un cuento talmúdico que ilustra esto:

“Tráeme el mejor bocado que encuentres en la carnicería, dijo un señor a su criado y éste le trajo una lengua.

Tráeme, le dijo otra vez, el bocado más ordinario que encuentres en la carnicería y éste le trajo una lengua.

¿Qué quiere decir esto? Preguntó el señor, asombrado. Y el sabio criado contestó: la lengua es cuanto hay en el mundo de mejor y de peor. Si es buena, nada hay mejor. Si es maldiciente, nada hay peor.”

El sonido es el gran protagonista. Nuestra tarea es cuidarlo.






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