viernes, 10 de abril de 2020

REFLEXIONES ESPIRITUALES: Counselor Veronica Pomerane (8-03-20)



Debemos comprender el ideal de la vida espiritual; entonces nuestra voluntad, invocando las palabras del Guita, "Debe ser dirigida hacia un ideal singular".
No puede haber ninguna concesión para con este Ideal; solamente así, es posible desarrollar esa fuerza de voluntad que conduce a una persona a la absorción en Dios.
¿Cuáles son las verdades fundamentales o principios sobre los cuales debemos basar nuestra fe? Primeramente debemos tener fe en que Dios existe. Aunque no la tengamos al principio, si somos buscadores de la verdad y ejercemos ciertas disciplinas espirituales, gradualmente llegaremos a estar convencidos de la existencia de Dios.
En segundo lugar, debemos tener fe en que Dios se puede realizar. No es suficiente estar convencido de que existe. Debemos tener la confianza: "Otros Lo han realizado, por lo tanto, yo también lo puedo realizar".
Finalmente, debemos estar convencidos de que realizar a Dios es la meta suprema de la existencia humana. ¿Por qué? Porque sólo en Dios puede haber satisfacción total.
¿Y cuál es el camino para alcanzar este último propósito de la vida? Un místico cristiano declaró: "La luz de Dios mora en el Ser; brilla igual en cada ser viviente, y uno lo puede ver cuando la mente de uno se asienta y se fija". Y el santo hindú, Ramprasad dijo: 
"Fija tu corazón en Dios, y el amor despertará en tu interior; la fe es la raíz de todo".
El cómo fijar la mente y sujetar el corazón en Dios es explicado en el Bhagavad Guita: 
"Con paciencia, poco a poco, un hombre debe librarse de toda distracción mental con la ayuda de la voluntad. Debe sujetar su mente sobre el Atman y no pensar en otra cosa. No importa donde la mente inquieta vaga y se vaya, se debe regresar con fuerza y sujetarla solamente al Atman".
Uno puede fracasar muchas veces en los esfuerzos por dirigir la mente hacia Dios y mantenerla en Su presencia, pero no se desanime. Con perseverancia,
hay que continuar las prácticas espirituales. 
Sri Ramakrishna afirmó: 
"Innumerables son las perlas que hay en el fondo del mar. No pienses que no hay perlas en el fondo del mar sólo porque la primera vez que te sumergiste no hayas conseguido alguna. Similarmente, si después de practicar disciplinas espirituales por un tiempo, fracasas en tener la visión de Dios, no te desanimes. Practica las disciplinas con paciencia y a la hora apropiada, seguro obtendrás la gracia y Dios se te revelará".
Si uno practica fielmente y con paciencia, un día comenzará a sentir la tangible presencia de Dios. Hasta que llegues a este estado, podrás dudar de la existencia de Dios. Podrán surgir dudas ocasionalmente, incluso después de que se experimente la presencia de Dios; pero estas dudas son saludables porque hacen al aspirante luchar más duro y de esta manera progresa más rápido. Tal como la presencia viviente de Dios se va experimentando, se va sintiendo dulzura por dentro y el amor por Dios va creciendo en el corazón. Entonces surge una constante percepción de Su presencia. Una corriente en la mente fluye constantemente hacía Él. 
La vida contemplativa, o absorción en Dios, es una etapa de nuestro desarrollo. Para alcanzar este nivel, necesitamos ser activos. 
La actividad es la manera y no la meta. Una vez más recordemos al Bhagavad Guita:
“Nadie puede alcanzar la perfección solamente cesando la actividad. Una persona que renuncie a ciertas acciones físicas, pero que aún permite que su mente resida en los objetos de sus deseos, se engaña ella sola. Podrá considerarse un hipócrita. La persona verdaderamente admirable, controla sus sentidos por su fuerza de voluntad”.
Todas sus acciones son hechas desinteresadamente. Están dirigidas hacia el sendero de la unión con Brahman. 
Uno es cautivo de sus propias acciones, excepto cuando las acciones son ejecutadas como adoración a Dios. Por tanto, se debe emprender cada acción como un sacramento y ser libre de todo apego a sus resultados.
Sin embargo, esto no quiere decir que debamos renunciar a la actividad o abandonar nuestras obligaciones cotidianas. Al contrario, debemos cumplir con nuestras obligaciones en orden a poder practicar y desapegarnos a través de la acción desinteresada y elevarnos así, por encima del ego, que es el obstáculo que cubre la luz interior.
Citaremos las palabras de Sri Krishna en la Bhagavad Guita:
"Aquel que quiera escalar en meditación a las regiones más altas de la unión con Brahman, que tome el sendero del Yoga de la Acción".
El trabajo ejecutado sin ego es la forma de llegar a la vida contemplativa.

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