domingo, 22 de marzo de 2020

REFLEXIONES ESPIRITUALES: Counselor Verónica Pomerane



Desde lo alto nos llega una Ley que debemos obedecer, instándonos a guardarnos del mundo en nuestros hogares.
Cuántas veces en las charlas que asistimos hemos escuchado lo mismo?
Y sin embargo no hemos podido. No hemos creído.
Ahora no hay posibilidad de distraernos más con las cosas del mundo. De un momento a otro nos las han quitado. 
Debemos aislarnos en soledad. Acaso cada uno de nosotros no ha escuchado esto como directriz de la vida espiritual?
Acaso esto no es un llamamiento para que obedezcamos (Disciplina), para que nos guardemos del mundo, y reflexionemos acerca de lo que hemos estado sembrando. Con nuestras acciones, con nuestros pensamientos, con lo que hemos visto y permitido.
Algunos de nosotros hasta hemos sido bendecidos con el Sagrado Nombre. El que todas las tradiciones se han afanado en conocer. Nos preguntamos acaso que hemos hecho con lo que nos ha sido dado?  Hemos buscado la respuesta a nuestro llamado?
Porque probablemente hemos hecho nuestras prácticas, pero hemos aguardado en silencio, con humildad, la respuesta?
Por nuestros errores pediremos perdón, eso nos hará más pequeños, más concientes de la propia conducta y nos mantendremos más conectados con Dios mostrándole nuestro arrepentimiento.
Tendremos la oportunidad de incrementar nuestros rezos, implorar en nuestra plegaria, adorar en nuestro mantra.
Nosotros no podemos comprender la magnitud de lo que está pasando en nuestro derredor. No sabemos ni cómo ni porqué. O sí. Los pulmones de la tierra estaban ardiendo, y continuamos haciendo oídos sordos. Y ahora un agente invisible ataca los nuestros. Karma? 
Tenemos la oportunidad de ir hacia adentro. De dejar de espiar lo que sabemos insustancial y aun así nos deja atrapados en el error. Nos creemos amos siendo esclavos de nuestros pensamientos, de nuestros apegos.
Reflexionemos acerca de nuestras creencias que nos mantienen alejados de todo y de todos. De nuestra negligencia al no comprometernos con lo Sagrado.
Nuestra adhesión a todo lo que en este momento se está deshaciendo a pedazos, postergando por ello nuestra Entrega.
Esta advertencia la veníamos escuchando. El Kali-Yuga. Pero no pudimos comprenderlo.No pudimos parar.
Ofendidos marchamos cada día, reaccionamos como si fueramos dioses heridos de orgullo. Destruimos la hermandad por nuestra soberbia y vivimos como amos de todos los reinos. Menos del nuestro, el Interior.
Y el llamamiento es desde ahí. Lo que tengamos que comprender es desde ahí.
Utilicemos nuestro libre albedrío para discernir, en estos momentos que es más claro que nunca hacerlo, lo que es Real y lo que no.
Veamos lo que sucede con nuestros ídolos, con nuestra querida vida loca.
Seriamente podemos tratar de convertirnos en amantes de lo invisible, en permanente plegaria con lo alto.
Capaces de admirar lo que nos es dado cada día como Presente.

Ahora que ya nos sabemos vulnerables, aprovechemos esta oportunidad.

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