Sri Ramakrishna - Pescador de Almas: Lic. AF
Desde muy joven advertí lo ridículo de nuestro sistema de convivencia el que propone nunca logran su cometido de satisfacer. Por otra parte, contemplaba tanto la maravilla de la naturaleza como de nuestro cuerpo humano y concluía que tanta perfección no podía tener tan pobres propósitos: crecer, educarse, trabajar, formar una familia, alcanzar bienestar material y salud para luego morir. Comenzó así una búsqueda que me llevó a distintos puertos, luego de modo temprano la vida provocó el encuentro con mi mujer y compañera de ruta con idénticas inquietudes. Metimos nuestras narices en diversos destinos en busca del sentido hasta que un cierto día por medio de una amiga nuestra quien paradojalmente no guardaba conexión con la Orden salvo porque su abuela había donado el ashrama de B. Vista, conocimos a Sw. Pareshananda. Un monje recientemente llegado de Calcuta quien apenas nos vio y luego de un breve intercambio puso en nuestras manos sendas flores a ser ofrecidas en el templo. Así, con esa frescura y naturalidad, es que comenzamos a frecuentarlo semanalmente ya por nuestra cuenta, desapareciendo aquella amiga de nuestras vidas, puente ella para que llegáramos a este bendito puerto.
Desde muy joven advertí lo ridículo de nuestro sistema de convivencia el que propone nunca logran su cometido de satisfacer. Por otra parte, contemplaba tanto la maravilla de la naturaleza como de nuestro cuerpo humano y concluía que tanta perfección no podía tener tan pobres propósitos: crecer, educarse, trabajar, formar una familia, alcanzar bienestar material y salud para luego morir. Comenzó así una búsqueda que me llevó a distintos puertos, luego de modo temprano la vida provocó el encuentro con mi mujer y compañera de ruta con idénticas inquietudes. Metimos nuestras narices en diversos destinos en busca del sentido hasta que un cierto día por medio de una amiga nuestra quien paradojalmente no guardaba conexión con la Orden salvo porque su abuela había donado el ashrama de B. Vista, conocimos a Sw. Pareshananda. Un monje recientemente llegado de Calcuta quien apenas nos vio y luego de un breve intercambio puso en nuestras manos sendas flores a ser ofrecidas en el templo. Así, con esa frescura y naturalidad, es que comenzamos a frecuentarlo semanalmente ya por nuestra cuenta, desapareciendo aquella amiga de nuestras vidas, puente ella para que llegáramos a este bendito puerto.
Desde aquella primavera de 1989 y con la misma naturalidad cuasi irreverente entablamos un maravilloso vinculo con Swami quien con su amor nos provocó el abrazo interior a Sri Ramakrishna y Sarada Devi. Abrazo que nos llevó luego de muchos años hasta Belur Math para recibir iniciación de Swami Atmasthananda quien, al igual que Sw. Pareshananda, también desde su estatura interior nos recibió con amor y dedicación en cada visita.
Ramakrishna se expresa en mi vida a través de estos gestos como el que siempre manifiesta Sw. Pareshananda: compañerismo, humildad, contención, disciplina, honestidad, paciencia, sabiduría y sobre todo una divina presencia que incesantemente me empuja a la interiorización e intentos de seguir creciendo.
- Lic. AF
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