Para lograr la perfección por el sendero del Karma Yoga, Swami Vivekananda nos muestra que es necesario lograr la abnegación y el desapego en nuestras acciones. Dice Vivekananda que todas las acciones que sean hechas para uno mismo producirán su efecto, pero al contrario, si no se persigue un motivo personal, esa acción no tendrá efecto sobre nosotros (es una acción que no nos liga al resultado). La abnegación es poder sacrificar nuestro yo por otro ser, y la acción desapegada es en la que nos mantenemos como testigos. Ante la dificultad de poder practicar estos ideales recordé una frase que nos enseñó Shivamai hace muchos años: “El servicio es amor en acción”. Tener una actitud de servicio en nuestras acciones cotidianas nos facilita practicar la acción desinteresada, la acción para otro ser olvidándose de uno mismo. La actitud de servicio, como amor en acción, nos facilita la práctica, todos podemos comprobar como en cualquier acción efectuada con amor uno se olvida de sí mismo, y da “su todo” por el otro. Esto es abnegación. Y esta misma receta nos ofrece Swami Pareshananda Maharaj en su poema:
“Para encontrar la paz en este mundo efímero, dedícate ya a dar tu todo, oh viajero! Da tu amor, tu servicio, da tu todo y nunca debes esperar nada en retorno. La expectativa causa el sufrir, solo dando se recibe, tu dádiva amorosa genera la paz, será el obsequio.” Swami Pareshananda nos dice “ya”, no mañana ni pasado, y nos ofrece la solución para lograr acciones abnegadas y desapegadas del Karma Yoga: dar todo y no esperar nada a cambio… ¿Como? A través del servicio…
Mg. María Laura Caballero
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