El Bhakti-yoga se presenta como vía para el que valora sobre todo los sentimientos.
Los sentimientos envuelven a las personas en una realidad más sutil que las cosas, pero cambian según la visión subjetiva.
Ante la batalla inevitable que se presenta en el Bhagavad Gita, ante el reto que la existencia presenta, coloreado con el tono de la comprensión del momento, Arjuna el guerrero triunfador de tantas lides, tiembla. La visión de tantos hombres ilustres, sus propios familiares, levanta emociones en él de piedad y disgusto que formula como impedimentos morales. Y sus emociones se fortalecían más y más con sus pensamientos.
“El, un guerrero, soltó el arco y las flechas y “se sentó con el corazón abrumado por la angustia” ( 1, 47).
Sólo una mente en equilibrio puede abrirse al amor sin la distorsión de las formas deseadas. Pero el verdadero equilibrio no es el efecto momentáneo de la concentración en algo, es un estado de lucidez. La serenidad sobreviene espontánea en la mente que ha contemplado la verdad.
La verdad primero es presentida y sentida, y ello abre una vía de anhelo hacia lo desconocido que se concreta en la relación de amor a Dios y a todos los seres.
En ese momento del camino se habla de amar a Dios sobre todas las cosas. Más aún, amarle constantemente.” A los que siempre viven en este estado de amor y devoción hacia mí, les concedo la sabiduría para que se identifiquen conmigo” (X, 10).
Pero un amor así es imposible sin el desapego que es fruto de la sabiduría.
Todas las cosas han de ser desvalorizadas, despojadas de la realidad provisional que el tiempo les confiere, para centrar el amor del devoto en la contemplación de la Realidad suprema, Dios.
Pero para llegar a Dios habrá que dejar todas las cosas. Y quién las dejaría antes de que la sabiduría hubiera iluminado su mente?
Cómo podría la voluntad por más esfuerzos que hiciera desde la ilusión de separatividad acabar con los deseos o, lo que es lo mismo, dejar de buscar lo que cree le falta?
Un rayo de Luz hace que los sentimientos sean cada vez menos contradictorios, que se amplíen y profundicen en el amor total según la senda devocional.
- VERONICA POMERANE
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