(Texto publicado originalmente por la Sra. Noemi Lavagno)
"iSálvame, Madre misericordiosa, de flotar con el deseo!
No vuelvas hacia mí Tu rostro de espanto, que no podría yo soportarlo;
muéstrate misericordiosa y cariñosa conmigo;
olvídate de reprender mis faltas;
elévame, oh Madre, a aquellas playas donde las luchas
para siempre cesan;
más allá de todas las angustias, más allá de las lágrimas,
más allá aún de la dicha terrena;
cuya gloria ni el sol, ni la luna, ni las estrellas rutilantes,
ni el fulgor del relámpago logran expresar.
Tan sólo reflejan su luz.
No permitas que los engañosos sueños vuelvan jamás a
ocultarme Tu rostro.
Mi juego ha terminado, oh Madre.
¡Rompe mis cadenas y dame la libertad!"
- SWAMI VIVEKANANDA
- (Fragmento de su poema: Mi juego ha terminado)
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