lunes, 14 de septiembre de 2015

Sra. Leonor Bakún: Las enseñanzas compatidas





 
Cuando Naren volvió a ver a Sri Ramakrishna, cantó varios cantos espirituales y como de costumbre vertió todo su corazón en el canto. El primero decía lo siguiente:

“¡Oh, mente!, vamos a nuestra propia morada.
Vestida como un extranjero,
¿Por qué andas como un vagabundo en esta extraña tierra?
Estos seres vivientes que te rodean
y los cinco elementos, ninguno tuyos son;
todos para ti son forasteros.
encariñándote con ellos, ¡oh, mente loca!
¿Por qué te olvidas de ti misma’
¡Oh, mente1, asciende por el sendero de la verdad.
Con el amor puro como luz de tu sendero,
sigue tu ascenso sin descansar.
Como provisión de tu jornada
contigo lleva las virtudes, pero ocúltalas bien,
porque en el camino dos asaltantes hay.
Son la avaricia y la ilusión,
que tratarán siempre tus tesoros robar.
Mantén la constante compañía de tus guardianes:
autocontrol y tranquilidad.
Ellos de todo riesgo te protegerán.
La hostería de descanso en el sendero
para tí será la compañía de los santos.
Allí a ratos podrás descansar
y si alguna duda tienes sobre Aquel que te vigila,
ellos con sano consejo te guiarán.
Si miedo te causa alguna cosa en el sendero,
el Nombre de Dios repite en alta voz.
De ese sendero Él es Gobernador,
y hasta la muerte se inclina ante Él.”

De la Introducción escrita por Swami Vijoyananda a Raya Yoga de  Swami Vivekananda
(Imagen: Homa Pakhi)

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