sábado, 2 de noviembre de 2013

ANHELO INTERIOR

Poesía para la Madre Divina por Antonio Silvio Curiati

Traducción de Ricardo Hardoy

Ah! Luces del deseo,
que me otorgan el don
de unirme a Ti
en un eterno irme,
sin retorno alguno!

Ah! Sueño deshecho
de singular ruego,
acepto Tu llamado
que resuena en mi pecho!

Ah! Musa celeste,
del color del ciprés,
que naciste al oriente
y nos diste la vida,
para que al final
se diga todo de Ti!

¿Cuando nos contemplarás
con Tu gracia,
que se insinúa
y pasa como el humo,
sin pestañear?

En la diaria espera de tu misericordia,
solo nos queda la pena
de no estar a la altura,
de no merecerTe!

Pero, no!
Tu no dejarás
que mortal alguno quede
sin Tu incondicional refugio,
porque eres la única y absoluta
Madre Divina,
y Tu voluntad suprema,
Tu total dictadura,
reverenciaremos siempre
hasta el final!


Bella Vista, octubre 2013 


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