El hermoso diálogo entre Swami Adbhutananda (Latu Maharaj) y un devoto, sobre la práctica espiritual y la gracia divina.
Swami Adbhutananda (Latu Maharaj) en el centro. |
Latu Maharaj: “Escucha. Un día el hermano Harish nos dió una muy buena idea que hemos atesorado con devoción. Nos dijo: ‘Cada uno tiene que conseguir que su cheque sea aprobado por el Maestro para que lo pague cualquier banco.’”
Un devoto: “¿Qué quiere decir con eso? No entiendo.”
Latu Maharaj: “Si. Tu conoces una clase de bancos, es decir, los bancos de dinero. Pero existe otra clase que tu desconoces: el banco de la gracia de Dios. En una época particular vienen a la tierra algunos santos y gurúes, sin cuya gracia nadie puede alcanzar el amor divino. El hermano Harish consideraba al Maestro como a uno de esos gurúes. Tal como cuando uno deposita dinero en un banco y, basándose en la solidez del mismo, el banco emite cheques, los del círculo interno de devotos han depositado sus prácticas espirituales en el banco que para ellos es el Maestro, quien se encarnó con ellos y les ha emitido cheques de gracia.”
El devoto: “¿A qué prácticas espirituales se refiere, Maharaj? ¿A aquellas que usted llevó a cabo en Dakshineswar o a otras realizadas en vidas pasadas?”
Latu Maharaj: “¿Crees que las austeridades realizadas en una sola vida, por más intensas que hayan sido, pueden conducirte a Dios? Druva, ese príncipe entre los devotos, sintió un poco de vanidad cuando tuvo la visión del Señor Vishnu, pues pensó que la visión se debía a un ligero esfuerzo hecho en esta vida. Nárada, comprendiendo la situación, lo llevó de viaje con él. En el transcurso del viaje,llegaron a un alto montículo. Al ser preguntado que era eso, Nárada contestó: ‘¿No lo sabes? El montículo está formado por los huesos de tus encarnaciones pasadas.’ ‘¡Ah!’ Dijo Druva. ‘¡He tenido que venir a la tierra tantas veces!’ De esa manera su vanidad desapareció. Por eso digo que las austeridades realizadas en una sola vida son insuficientes para alcanzar a Dios. Vida tras vida uno tiene que continuar haciendo austeridades para alcanzarLo. Todas ellas pemanecen depositadas en el banco que es Él. Cuando finalmente el monto acumulado es considerado suficiente, la gracia de Dios desciende sobre el devoto, quien recibe no sólo el capital sino también el interés.”
Devoto: “¿Qué es el capital y qué es el interés?”
Latu Maharaj: “El interés es la gracia de un gurú competente. Cuando la reciben, los devotos se sienten sobrepasados de alegría. Entonces con renovado fervor vuelven a hacer austeridades para recobrar su capital. Cuando por la gracia del gurú el Señor es realizado, eso es recobrar el capital.”
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